«Don Manuel», el chocolate amargo y cuencano que es apetecido en Estados Unidos

Julia Baculima nunca pudo ir al colegio. Sus padres le dijeron que no había dinero. Así que, ni corta ni perezosa se adentró al mundo del chocolate desde que era una niña. Su madre, para mantener a la familia, preparaba el chocolate amargo para venderlo, principalmente, en las zonas rurales. 

La mamá de Julia le motivó a que aprendiera a hacer la pasta con cacao para que, en un momento dado, pudiera mantenerse económicamente.

Lo que no sabía Julia era que muchos años después, el chocolate amargo que había aprendido a hacer, primero, sería muy apetecido, principalmente, en la provincia de Cañar, y, segundo, que llegaría a venderse en New York.

Una de las claves para que el chocolate amargo llegue a la provincia vecina fue su marido Manuel. El hombre recorría Déleg, Azogues y Cañar para ofrecer el producto que hacían en máquinas alquiladas, en el barrio Cristo de Consuelo, en Cuenca.

“Yo molía, preparaba, y mi esposa se iba a Cañar a vender. Era muy buscado nuestro chocolate. Aquí en Cuenca vendía muy poco. Pero en Cañar nos compraba la gente porque les sostenía el estómago para trabajar y les sostenía hasta el almuerzo”, dijo Julia a El Mercurio.

Sin embargo, Manuel murió en el 2006. Fue entonces cuando Julia le propuso a su sobrina, Catalina Baculima, a quien había criado desde los seis meses y luego le había ensañado del arte de hacer el chocolate amargo, a que se uniera al negocio, a que tomara las riendas con ella.

Catalina, que ya sabía cómo funcionaba el proceso de elaboración del chocolate y sabía cómo venderlo. Motivada, junto a Julia tumbaron una casita que tenían, se endeudaron y compraron sus propias máquinas y levantaron la chocolatería “Don Manuel”, en memoria de su tío.

De Cuenca a New York

Luego de 18 años el chocolate sigue siendo apetecido en la provincia del Cañar. Mientras que en Cuenca, el chocolate amargo ha ganado espacio en supermercados y algunas parroquias rurales.

Pero sobre todo, la pasta de cacao ha ganado una reputación en New York. Los ecuatorianos migrantes que ya conocían la marca, desde hace varios años, han llevado el producto a Estados Unidos.

Por otro lado, una cafetería que se emplaza en Queens, desde hace al menos seis años, prepara el chocolate Don Manuel para venderlo, principalmente en las épocas de frío. Asimismo, ha habido interés de otro espacio en New York para comercializar el chocolate amargo.

“Una amiga me dijo que el chocolate se está conociendo en New York. Y eso nos llega de orgullo. Saber que un chocolate que se hace en Cuenca está allá es bueno para nosotros, porque buscamos expandirnos, hacernos conocer en otros lados”, dijo Catalina.

Una de las claves del chocolate Don Manuel, además de su procesamiento, es que está compuesto por cacao que se exporta. Aquello es un plus que los consumidores buscan.

Ubicación y contacto

El chocolate Don Manuel cuenta con algunas presentaciones y formas. Ya sea en tableta o en elementos individuales, en funda o en empaque, la gente llega hasta el espacio en donde funciona la chocolatería.

Los interesados en adquirir y saborear el chocolate solo deben acercarse hasta la avenida Carlos Arízaga Vega, junto a la iglesia Cristo de Consuelo. También se pueden comunicar al número 0994415040. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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