David Farinango a sus 23 se clasificó por segunda vez consecutiva a unos Juegos Olímpicos, en esta ocasión, lo hizo tras ubicarse en el puesto 12 en la prueba de 10 km aguas abiertas del Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos en Doha.
El tricolor será además uno de los tres representantes de Sudamérica en esta modalidad, en París.
El orense, para crecer en su nivel deportivo, decidió que su nueva casa sea Cuenca e integrarse a la preparación junto al estratega cuencano Juan Fernando Enderica, quien comanda la selección nacional de esta disciplina. Sus compañeros de equipos son Esteban Enderica y Victoria Abad.
Según cuenta Farinango, tras competir en sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio 2020, realizados en 2021 por la pandemia, cayó en lo que él considera “un desfase deportivo”.
No se encontraba “mentalmente al 100 por ciento”. Esto generó que baje su rendimiento y, por ende, su confianza de poder alcanzar el mismo sueño rumbo a París 2024.
“Me perdí deportivamente mucho, me costó volver a mi ritmo, a mi vida deportiva, a la persona que era yo día a día. Por ratos veía imposible llegar o estar preparado al 100 para esta competencia, porque se sabía que la última oportunidad iba a ser en febrero, en este mundial de Catar; cuando faltan años, uno dice tengo tiempo, pero a veces el tiempo pasaba muy rápido y no sabía si iba a poder lograrlo”, recordó David, quien en el próximo 20 de octubre cumplirá 24 años.
El braceador siente que aún tiene que entregar más y no descarta un buen sitial en suelo francés. Sin embargo, su responsabilidad crece al ser, hasta el momento, el único tricolor clasificado en aguas abiertas.
Así que, ya en la competencia en Doha, de 79 nadadores del mundo, David arribó a la meta en el puesto 12 con un crono de 1:48:34.40, a 13 segundos del campeón Kristof Rasovszky, de Hungría.
“Este resultado es muy importante para mí porque sé que los deportistas estamos hechos para poder caer y levantarnos, y seguir triunfando, dando esas alegrías al país…”
La importancia de concentrarse fuera del país
Para el nadador de 23 años fue fundamental el concentrado que hicieron junto a sus compañeros en España, ya que se adaptaron al huso horario similar al de Catar.
“Con la preparación previa en España, el huso horario ya no iba a ser una dificultad o desventaja; desde ahí comienza todo. Nuestro entrenador siempre confía en el proceso, es importante lo que nos dice, todo lo que nos da, las enseñanzas”, comentó.
Explicó que su clasificación a París también es de su estratega Juan Fernando, a quien lo considera un guía.
En Tokio 2020, el nadador terminó en el puesto 15, la mejor posición que ha tenido Ecuador en la prueba masculina de los 10 km aguas abiertas en Juegos Olímpicos. Ahora, el deportista quiere superar esa actuación.
Farinango confía que en París llegará más motivado y con más experiencia. No se le quita la idea de pelear por una medalla, ya que en su última competencia estuvo cerca de los primeros sitiales.
“Esto marca una pauta, porque los que sacan medallas en mundiales, repiten en Juegos. Tenemos bastante tiempo para prepararnos. Dejaré todo de mí en el agua”.
Para recargar energías, Farinango estuvo por unos días en su tierra natal. Luego, se trasladó hasta la capital azuaya para seguir con sus entrenamientos. Aún evalúa en dónde será su próxima competencia.