En Cuenca se encuentra el cuadro de la Virgen de la Dolorosa, en el que ocurrió el famoso milagro que presenció un grupo de estudiantes, en el colegio San Gabriel de Quito, el 20 de abril.
La imagen llegó en el marco de la celebración de las fiestas patronales de la Unidad Educativa Borja, que cada año, sus estudiantes, en abril, recuerdan a la Dolorosa a través de distintas actividades religiosas y académicas
Para esta nueva celebración, la institución educativa organizó dos encuentros religiosos en los que participará el cuadro original. Para eso se trasladó la imagen desde Quito hasta Cuenca.
Hoy, la población del Austro tendrá la oportunidad de ser parte de las celebraciones que arrancarán al mediodía, en la iglesia del Cenáculo (Bolívar y Tarqui). Allí habrá una eucaristía que presidirá monseñor Fernando Ortega.
Esta actividad durará hasta las 15:00. A partir de esa hora, en cambio, iniciará una procesión que finalizará en la Catedral de la Inmaculada Concepción. La imagen se venerará hasta las 18:00.
Tras ello iniciará una eucaristía que liderará el arzobispo de Cuenca, Marcos Pérez. Este evento será abierto para todos los seguidores de la Dolorosa.
La agenda de actividades continuará mañana, en las instalaciones del Borja. La imagen de la Dolorosa estará presente para ser parte de una procesión y eucaristía que se celebrará entre la comunidad jesuita y las familias de la institución educativa
Un momento para reflexionar y orar
La presencia del cuadro de la Dolorosa no solo se debe a las fiestas patronales del Borja. La comunidad jesuita también decidió traer el cuadro a Cuenca por la situación que vive Ecuador: inseguridad, violencia y la falta de diálogo para llegar a soluciones concretas.
El objetivo es que los creyentes tengan la oportunidad de reflexionar y orar para que los ecuatorianos estén unidos en los momentos que se viven actualmente.
“En ese contexto hemos querido reunirnos, como colegio Borja, como cuencanos, azuayos para poder orar, sentarnos, unirnos, aunque tengamos pensamientos diversos. Que podamos verdaderamente expresar desde nuestra espiritualidad”, dijo el padre Gustavo Calderón, asistente de la misión jesuita en la Unidad Educativa Borja.
Sobre el milagro
El 20 de abril de 1906, mientras 35 estudiantes del Colegio San Gabriel de Quito estaban en el comedor, los ojos de la imagen de la Virgen de la Dolorosa empezaron a parpadear.
El hecho lo presenció, en primera instancia, Carlos Hermann y luego Jaime Chávez. Lo que después se consideraría como un prodigio lo vio, asimismo, un grupo de estudiantes.
Lo ocurrido fue investigado por la Iglesia a través de un peritaje y de una serie entrevistas a quienes habían visto parpadear a la Dolorosa. Tras las indagaciones, el 31 de mayo de 1906 la autoridad eclesiástica dijo que el hecho fue real.
Desde entonces el evento se lo consideró como un prodigio, como un milagro que en la actualidad se sigue recordando. (I)
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