El parque Abdón Calderón, emblemático por su historia y belleza, ha pasado por cambios y transformaciones a lo largo de los años, que han marcado también la evolución de la ciudad.
Si bien la historia de este lugar se remonta a la Colonia, en las páginas de diario El Mercurio se han registrado, en sus últimos 100 años de existencia, algunos momentos que reseñan las memorias de este punto de encuentro de los cuencanos.
Plaza
“La primera plaza que tuvo Cuenca es la que en la actualidad lleva el nombre del conocido como ‘héroe niño’ el parque Abdón Calderón, mejor conocido como plaza pública desde 1557, fecha de fundación española de Cuenca (…). Desde entonces, ha servido de escenario de los principales acontecimientos sociales y políticos” rememora el historiador Jaime López Novillo, en el programa radial «Descubriendo Cuenca».
A partir de 1914, la plaza comenzó una transformación en cuanto a su forma y estética. Se construyeron caminos en el interior y se realizó un cerramiento de hierro. El diseño, a cargo de Octavio Cordero, cambia el concepto de plaza a parque.
Monumento
La primera idea de colocar un monumento del ‘héroe patrio’ surgió en 1917, pero no obtuvo resultado. En 1920, al cumplirse 100 años de independencia de la ciudad la plaza fue bautizada como “Parque Abdón Calderón”.
La idea de colocar el monumento se concretó en 1931, cuando en el centro de la plaza, en el lugar donde se erigía una pileta de la época colonial, se inauguró el monumento al capitán Abdón Calderón.
En la edición del 24 de mayo de 1931, El Mercurio se hizo eco de esta acción. “Hoy tendrá lugar la inauguración solemne del Monumento, que la gratitud nacional erige al ínclito mancebo Abdón Calderón en el Parque Principal de nuestra ciudad”, reseña el medio de comunicación.
«En la construcción de esta obra de arte, se han empleado las diversas clases de mármoles de nuestras comarcas correspondiendo la concepción del conjunto al artista señor Mayer. La ejecución del pedestal al distinguido marmolista y escultor cuencano, Don Benigno Vintimilla».
Publicado en El Mercurio, 24 de mayo de 1931.
Sin embargo, fue desde el año 1927 que se empezó a gestionar esta obra. En la edición de El Mercurio, del 15 de septiembre de ese año, se publica la firma del contrato del monumento a Calderón, que se otorgó a Carlos A. Mayer.
“El señor Mayer trabajará en Italia toda la parte del bronce del monumento, por la suma de 30.000 sucres”, describe el medio.
Araucarias
El monumento está rodeado por araucarias. Estas fueron sembradas en 1875 por el escritor y político de la época, Luis Cordero Crespo, quien las trajo de Chile.
En febrero de 1934, después de las obras de canalización se adoquinan las calles, lo que le da un aspecto diferente. En 1936, se cambia el piso de ladrillo por baldosa de cemento. Para 1951, el parque registra otro cambio importante, se eliminan las verjas que lo cerraban y la glorieta que se había colocado con estas. El diseño interno, que perdura hasta hoy, no fue intervenido.
Los cipreses, arupos, son otras especies vegetales que embellecen el parque. Antes de adoptar el nombre de Abdón Calderón, desde su edificación en la Colonia, fue conocido como Plaza de Armas, parque central, plaza pública o plaza grande.
El Parque Calderón ha sido, desde su fundación, un espacio central tanto en la vida cotidiana, como en la estructura política y religiosa de la ciudad. Su evolución refleja la rica historia de Cuenca, hasta convertirse en un símbolo de la identidad cuencana.
“Readecuación del Parque Calderón”
Posteriormente, en los años 2001 y 2002, la Municipalidad llevó a cabo el proyecto “Readecuación del Parque Calderón”. Se instala la Glorieta que da hacia la calle Bolívar. El mobiliario se renueva, se coloca la baldosa en los pisos y se instalan verjas en las áreas con jardineras. Estos arreglos fueron consecuencia de la denominación de Cuenca como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“El parque Calderón volvió a recuperar el encanto y sus contrastes, el mismo momento en que los ciudadanos se volcaron a su interior. Esperaron hacerlo después de nueve meses que permaneció cercado por los trabajos de readecuación”, señala una crónica de Diario El Mercurio, publicada el 12 de abril de 2002.
El anuncio de la reinauguración se hizo a las 10:15. En su discurso el entonces alcalde, Fernando Cordero, resaltó las cualidades de Cuenca, como ciudad cultural y universitaria; y los valores de la gente. Calificando al parque como “espacio vital, centro de la vida cotidiana”.
Desde tiempos remotos y hasta la actualidad, la plaza central ha sido el núcleo de acontecimientos políticos y sociales de la ciudad.
Ha sido testigo de acontecimientos como: Pase del Niño Viajero, Fiesta del Septenario o Corpus Christi. Además acoge actividades de Semana Santa, manifestaciones, romerías, entre otros.
En una época también acogió el desfile de comparsas del Día de los Inocentes. (PNH)-(I)
Más noticias:
En 1962, incendio en Instituto Salesiano Cornelio Merchán destruyó patrimonio