Al hablar de las inmoralidades de funcionarios y gobernantes, muchas personas no se
admiran porque, según ellas, “todos han llevado”. Alguna vez, al conversar sobre el
nepotismo, tremenda forma de corrupción institucionalizada en algunos gobiernos,
alguien dijo que “estaba bien que el Presidente se ocupara en primer lugar de su
familia”.
La gente ha terminado por aceptar la corrupción y la viveza criolla. El funcionario
público va a un cargo para ver “cuanto puede llevar”. Si obtiene bastante dinero y no
deja pruebas es un hombre brillante. Ese “hará carrera”, puede ser candidato para
diputado, para ministro, o cuando menos aspirar a una embajada. Los que después de
haber desempeñado la función pública se retiran con sus manos limpias, con la
conciencia tranquila, “no valen para nada”. Se dirá que “no sirven”, que son como
“perro de hortelano”. “¿Para qué se van a desperdiciar oportunidades con esa clase de
gente?”.
Quien hace mucho dinero, con buenas o malas artes, es más considerado que el pobre,
así sea inteligente, capaz y sobre todo honorable. Las puertas de los mejores círculos se
abren para recibir al nuevo rico; no importa que su fortuna sea de dudoso o mal origen,
abundan las invitaciones, los abrazos y los cócteles en su honor.
Debe haber sanciones duras para los delincuentes de cuello blanco. La corrupción tiene
que ser sancionada además de con la cárcel, con la obligación de devolver los bienes
cuya legal procedencia no pueda justificar de acuerdo con los ingresos declarados. La
Ley de Extensión de dominio, no llega a estar vigente. Los bienes deben ser embargados
para que el Estado recupere lo que se le ha perjudicado y evitarse que fuguen los
ladrones porque ellos son el mal ejemplo vívido; la impunidad estimula el delito.
Si no se toma medidas enérgicas, la corrupción continuará en una sociedad en que lo
más valioso es el dinero, sin importar si su procedencia es limpia o no. La gente honesta
debería negar su trato a los delincuentes (así sean de cuello blanco o ricos) y a los
corruptos, la justicia debe ser más severa con los que roban los recursos nacionales y
nos privan de tener mejores vías, hospitales, escuelas… (O)