En este día especial, expreso mi homenaje más sentido para todos los
padres, sobre todo para los que se adelantaron en el camino. Papá BETO,
sin duda que tu imagen permanece hilvanada en las hebras de mi
nostalgia. Tus ejemplos y vivencias siempre están latentes en lo más
profundo de mi ser. Tú me enseñaste a soñar, me enseñaste a volar y me
enseñaste a vivir; es por eso que, en cada sueño, en cada vuelo y en cada
día de mi vida, está presente tu imagen; porque los otros seres humanos
no soñarán mi sueño, no volarán mi vuelo, ni vivirán mi vida. Nunca
olvidaré que Tú me ayudaste tanto para llegar lejos, pero sobre todo
siempre recordaré desde donde partí, para llegar hasta aquí.
Eternamente te pensaré con imperecedera gratitud, ya que nos
trasmitiste arquetipos y vivencias de amor, comprensión, abnegación y
sacrificio. Recuerdo con entrañable cariño y devoción los sanos ejemplos
que nos inculcaste: fidelidad, honestidad, dignidad y solidaridad. Tus
caricias y mimos que tanto extraño, siguen siendo parte de mis sueños,
sonidos en mis silencios y suspiro de mis anhelos. Nos enseñaste a ser
felices con poco y con nada, inculcándonos que los momentos y los bienes
espirituales complacen y regocijan más que los materiales. Nos enseñaste
a creer en el ser supremo y en la naturaleza; a entender y a perdonar a los
seres humanos; a respetar lo ajeno, a ser leal con mis amigos y
compañeros, respetuoso con mis profesores y superiores, amable y
cariñoso con mis familiares, responsable y puntual con mis compromisos y
obligaciones. Nos enseñaste a abrir las alas para aprender a volar y
conseguir nuestros objetivos; siento que no te defraude, consciente de
que los objetivos logrados son más valiosos cuando más esfuerzo y
sacrificio nos cuesta. Luchaste sin tregua frente a las adversidades del
destino, para que nunca nos faltara lo indispensable; jamás olvidaré que
hasta en los momentos más difíciles de tu enfermedad, siempre estabas
pendiente de nosotros. Nos enseñaste tanto, que trato de emular con mis
hijos algo de lo que tú hiciste por nosotros. Con total respeto y sublime
afecto, y en honor a tu memoria, te decimos GRACIAS PADRE, por
permitirnos recorrer juntos parte de nuestro camino, hasta encontrarnos
en el más allá … (O)