El aforismo o sentencia que configura reglas «Dura lex, sed lex» principio general del derecho romano, se traduce «la ley es dura, pero es ley» y supone que la aplicación de la Ley es obligatoria y general para todas las personas, sin distingos ni miramientos de ninguna naturaleza sean estos de carácter, personal, de grupo, religiosos o políticos, y no hace distinción de sexo, o condición social, juristas expertos señalan que este aforismo se hizo posible en la antigua Roma, para evitar la arbitrariedad en el momento de aplicar la ley, por las alteraciones e interpretaciones que realizan los jueces al momento de sancionar o reprimir un delito, el objetivo es que la ley no beneficie ni perjudique a un ciudadano , sino dar a cada cual lo que le pertenece » ni más ni menos». En consecuencia todos los ciudadanos estamos obligados a respetar las normas legales que rigen en nuestro país, garantizando que la ley es igual para todos. Hemos partido de estos primordiales conceptos , para tratar el caso de la Vicepresidenta del Ecuador, que necesitaba por su fuero de corte, el permiso de la Asamblea Nacional, para poder ser enjuiciada penalmente por el presunto delito de cohecho, empero los Asambleístas, algunos o la mayoría de ellos «legos» en derecho procesal penal y constitucional, se coaligaron en un pacto amañado a conveniencia de los partidos políticos que los conforman, para blindar a Verónica Abad, Vicepresidenta del Ecuador y no permitir su procesamiento por la Fiscalía y luego por los jueces que conocen la denuncia, que tiene suficientes elementos de convicción para juzgar su conducta y sancionar o ratificar su estado de inocencia. El pacto llevado a cabo «bajo la mesa» y en las sombras de la noche, permitió romper el aforismo «aunque dura la ley es ley» y sentar un pésimo precedente para otros casos en que delincuentes de » cuello blanco», puedan cometer delitos , con la seguridad de que por tener «fuero de corte» no les sucederá absolutamente nada, porque los pactos políticos están por encima de la ética, la moral y la ley, mientras que el ciudadano común es el único que se pudre en la cárcel por haber robado «un par de gallinas» para suplir el hambre de su familia, que se debate en la miseria por falta de fuentes de trabajo. La Vicepresidenta seguirá muy campante hasta cumplir el tiempo del mandato para el que fue elegida, el resto el tiempo lo dirá «si paga su pena o pasea su impunidad» en el exterior. (O)
DZM
Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.
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