Marina Pérez apunta la pistola de aire a sus terceros Juegos Olímpicos

París será el tercer desafío olímpico para Marina Pérez. La guayaquileña de 34 años competirá en tiro olímpico, modalidad 10 metros pistola de aire comprimido (emplean gases fríos para el impulso).

En línea de competencia también estará su compañera Diana Durango, de 35 años. Ella es Capitán del Ejército. Es la primera militar en la historia de Ecuador en competir en dos Juegos Olímpicos. Su padre y esposo también son militares.

La ronda clasificatoria será el sábado 27 de julio desde las 05:30 de Ecuador. El tiro olímpico pone a prueba la precisión, concentración y habilidad de cada deportista.

En la prueba específica de Pérez y Durango, las mujeres disparan 40 tiros en 50 minutos con una pistola de aire comprimido de calibre 4,5 mm.

El blanco de 16 cm de diámetro está ubicado a 10 metros de distancia y a una altura de 1.45 metros. Está dividido en zonas de puntuación concéntricas entre 0 y 10 puntos. El aro del 10 mide 11.5 mm.

Todos los impactos se evalúan con valores enteros, por ejemplo: 10, 9, 8, 6, 1. Las 8 mejores comienzan desde cero en la final donde tiran 20 disparos.

Primero disparan dos series de tres tiros en 150 segundos. Luego van tiro a tiro en un tiempo por tiro de 50 segundos.

A partir del octavo tiro se elimina a la deportista con menor puntuación y cada dos disparos sucesivos se elimina a otra hasta el tiro 20 que define a la ganadora.

Todos los impactos de final se evalúan con decimales, por ejemplo: 10.8, 10.4, 7.5.

Los inicios de Marina Pérez

Marina fue la primera mujer en tiro olímpico que logró una clasificación directa a Juegos Olímpicos (Río de Janeiro 2016). Antes, otros deportistas lo consiguieron por wild card (carta de invitación).

De niña practicó algunos deportes: tenis de campo, voleibol, atletismo, pesas y hasta cheerleading, pero le daba más tiempo a la gimnasia artística.

A los 15 años conoció el tiro deportivo. Le pareció aburrido. Hasta entonces no había cogido un arma. Seis años después se dio otra oportunidad y el deporte la terminó enamorando.

Antes de una competición o entrenamiento, la diseñadora gráfica suele escuchar música coreana y escribir en su diario deportivo.

Superó la depresión en el proceso a París

En el proceso clasificatorio a París, Marina venció a uno de sus más fuertes rivales: la depresión.

Sus “pensamientos intrusivos” la hacían verse inferior a los demás a pesar de tener resultados positivos.

A tiempo buscó ayuda y empezó a trabajar la confianza en sí misma. “Pedir ayuda no es de cobardes, es de valientes, dar el primer paso, aceptar que tienes un problema, no es fácil sobrellevarlo, pero es importante…”, reconoció en un diálogo con el COE.

A París llega con más experiencia y madurez deportiva. “De Río 2016 aprendí tantas cosas que mejoré en Tokio. Ahora lo que obtuve de Río y de Tokio espero mejorarlo y aplicarlo en París”.

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Bolivar Sinchi

Licenciado en Ciencias de la Comunicación Social, en la Universidad de Cuenca. Cronista deportivo por más de una década. Creador de contenido multimedia.

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