Gustavo Petro llega a mitad de mandato apoyado en sectores populares

El presidente colombiano, Gustavo Petro (c), saluda durante una marcha con motivo Día Internacional de los Trabajadores en Bogotá.

Gustavo Petro, el primer presidente colombiano de izquierdas, ha roto todos los moldes en cuanto a la forma de gobernar, con una gran participación de los sectores populares y un estilo personalista que deja poco espacio para la crítica en sus primeros dos años de Gobierno.

«No se gobierna a distancia, alejado del pueblo y desconectado de sus realidades. Todo lo contrario, se gobierna escuchando», dijo Petro en su discurso de investidura, el 7 de agosto de 2022, y desde entonces abrió las puertas de la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, a los campesinos, afrocolombianos, indígenas y sindicalistas a quienes considera la base del «constituyente primario».

Con los sectores populares, un puñado de expertos en diferentes áreas y unos amigos fieles e incondicionales que lo han acompañado desde sus tiempos en la guerrilla del M-19 o en su carrera política, Petro comenzó lo que llamó «el Gobierno del cambio».

«Lo que ha hecho el Gobierno en estos dos años es un planteamiento serio ante el país (…) Ese planteamiento ha tenido efectos positivos en el campo económico, en el campo social, en el avance de algunos aspectos del proceso de paz», asegura a EFE el senador Iván Cepeda, que hace parte de la coalición de izquierdas Pacto Histórico, que llevó a Petro a la Presidencia.

Según Cepeda, Petro «ha bajado sensiblemente la tasa de desempleo, ha logrado mantener el dólar en un precio estable (…) y le ha demostrado al país que se puede pasar de ser una economía que estaba excesivamente centrada en las ‘commodities’ a una economía que ha tenido avances como la reactivación del sector agropecuario». (EFE)-(I)