Cada año, miles de peregrinos acuden a la romería de la Virgen de El Cisne que se realiza desde el 15 de agosto al 20 de agosto. En el trayecto de una caminata que traslada la imagen de la Virgen desde su Santuario hasta Loja se recorre alrededor de 75 kilómetros en tres días.
Cabe señalar que las romerías adquieren fechas fijas a partir del año de 1830, en el que se da cumplimiento a los dispuesto por el Libertador Simón Bolívar, mediante decreto suscrito en la ciudad de Guayaquil, con fecha 28 de julio de 1829.
El texto fue expedido como respuesta favorable a la petición del Cabildo Lojano realizada mediante sesión del 8 de mayo de ese mismo año. Entre otras propuestas, se expresa: “Pídase la traslación de la romería de El Cisne a esta Capital, exenta de todo derecho”.
La historia sostiene que, debido a una terrible hambruna, la Virgen apareció en una comunidad indígena en 1594 y les hizo una promesa: “Confiad en mí, porque os voy a ayudar y a proteger para que nunca más volváis a tener hambre”. Esto motivó a fundar una iglesia, que dieron el nombre: «Nuestra Señora de El Cisne».
Milagros
Uno de los milagros más recordados es que, durante la guerra entre Perú y Ecuador, en 1941, hubo una intervención divina.
Durante el conflicto, la Virgen de El Cisne habría obrado un milagro al envolver la ciudad de Loja en una espesa neblina, protegiéndola de un posible bombardeo de aviones peruanos. Aunque carece de respaldo en documentos históricos precisos, la historia se ha transmitido a lo largo de las generaciones como una prueba de la profunda devoción de los lojanos por ‘La Churonita’.
Según devotos los milagros no son realizados directamente por ella, sino que ella intercede ante su hijo Jesús. La creencia es que ningún hijo negaría un favor a su madre.
La denominación de “El Cisne” procede de la Orden de los Caballeros de El Cisne, de los frailes franciscanos. Los miembros de esa orden llegaron a Ecuador junto al capitán español Alonso de Mercadillo, fundador de Loja.
Milton Pintado, presidente del Comité 15 de Agosto del Cisne, señaló que la organización inicia ya desde el mes de abril. Lo primero, son las invitaciones, organización y presentación del programa para el mes de mayo, con el fin de obtener la autorización del Rector del Santuario de El Cisne.
Para junio, se hacen los contratos de la pirotecnia, flores, recuerdos, artistas, entre otras contrataciones. El mes de julio, en cambio, se recolecta la colaboración de los priostes y las donaciones de personas afines y particulares, lo que sirve para dar los anticipos en las actividades organizadas en honor a la Virgen.
En el mes de agosto se ultiman detalles coordinadamente con los priostes, comitivas y delegaciones.
Dificultades
Pintado resaltó que una de las dificultades a la que se enfrentan los romeriantes, cada año, es el hospedaje.
“Se requieren dos o tres días de romería, sea del 14 al 15 o del 17 al 20 de agosto cuando baja la Santísima Virgen a Loja y permanece hasta el 8 de septiembre, por lo que se complica la estancia en alimentación y hospedaje”, señaló.
Adicionalmente, recomendó que tomen todas las medidas de seguridad, tanto de ida como de vuelta, sea a pie o como en tránsito.
La celebración a la Virgen de El Cisne, que se da desde el 14 de agosto al 8 de septiembre, contempla actividades religiosas, culturales, sociales. Por ejemplo, las eucaristías inician desde las 05:00, 05:30 o 06:00 y se dan a lo largo del día en diferentes horarios. También hay festivales de música y danza, serenatas y festival de pirotecnia. (I)
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