Lunáticos

Aurelio Maldonado Aguilar

La tarde moría en una calma maravillosa y extraña. Apenas la brisa danzaba y todo obligaba a recogimiento, pensamiento y espiritualidad. El sol lamía ya los dientes de los cerros y en lentitud y calma dejaba su protagónico y lúcido encargo de cerrar el día con una obra de altísimo e inigualable suspenso. En paralelo glorioso y enfrentados, empezó a dar señales en la platea, el disco platinado de la guedeja de la luna. Obra de teatro con danza y exactitud de toda una existencia. Lentamente la luna mostraba su redonda cara y tan grande se mostraba, que podíamos ver sus valles y montañas. Luna Azul, le llamaron y sus rayos delicados, tenues, inigualables, teñían de un platinado insólito todo el valle del Tarqui. Sus dehesas y hierbas tomaron un matiz de un pálido amarillento por la sequía que sufrían. Reptante y calmado con sus meandros de reposo, el rio parecía ser una serpiente de plata luminosa. Chispas de plateadas espumas aparecían en sus aguas de rato en otro, como tos de un milagro El silencio era majestuoso. Los pájaros cobraron vida y volaban frenéticos en dirección del cielo, para luego en picada y con alas recogidas, precipitarse a tierra y casi tocarla, para regresar al mismo ejercicio. Reses y animales parecían entender que estaban de invitados al acto y pacientes miraban sin mugir ni alterarse. Fue una tarde inigualable. Desde mi cómoda poltrona lo vi todo y extasiado. Fui sin más remedio, un lunático irredento.

Pero dejando la inspiración y lo poético, diré que el Ecuador se encuentra lleno de lunáticos malignos. 17 binomios es catarata de lunáticos en escena, que solo buscan llevar el agua a su molino y más que agua, luchar por enriquecerse desde un principio, pues por ley y así no tengan ni la más pequeña opción en los comicios, recibirán dinero para su absurda campana basada en personajes de farándula y exhibicionistas compulsivas. Pescar a rio revuelto parece ser la consigna. Ninguno presenta un plan de desarrollo y salvataje racional y factible y gritan ofrecimientos absurdos, demagógicos e imposibles de cumplir y otros a todas luces, son fuente de futuros robos inauditos. Personajes desconocidos que pretenden dirigirnos sin el más pequeño conocimiento del estado y sus difíciles aspectos. Candidatos desgreñados y en zapatillas muy diferentes a las de Gandhi. Marionetas movidas con claras intenciones de impunidad y trafasías de personajes bien conocidos como el belga, que, con fuertes hilos basados en compinches y pueblo obtuso, aun sostiene e intenta salirse con la suya, pues empiezan a venir prófugos cuyas causas van prescribiendo e intentarán volver a ser gobierno y borrar todos sus delitos en aparente legalidad en contubernio con entidades constitucionales y el podrido poder judicial. (O)