La venta de las alitas de pollo, “negocio crujiente”

Tres emprendedores iniciaron con ventas a domicilio. Luego implementaron sus locales para posesionarse entre los más preferidos.

alitas - venta
Carlos Landy y Lorena Astudillo emprendieron su negocio “Deli Wings”, tras la pandemia de la COVID 19. Iniciaron en un patio de su casa, y, hoy, tienen un local en Totoracocha. XCA

Observan de un lado para el otro. Se flotan las manos. No dejan de mirar el reloj. La ansiedad los tiene así hasta que llegue a su mesa el plato de alitas de pollo con papas fritas que pidieron.

Toman unos guantes plásticos para colocarlos en sus manos, porque no se quieren manchar con la variedad de salsas. Toman la primera “alita”, la clásica de BBQ, la que tienen la mayoría de locales de este tipo.

Luego, la “alita” bañada en miel y mostaza, la untada en salsa de piña, maracuyá, la búfalo y otras que están en el menú. Todos -niños, jóvenes, adultos y los abuelitos- disfrutan cuando sienten en su boca lo crocante de masticar las “alitas” mezcladas con estos aderezos, muchos reinventados por los dueños de estos negocios.

Venta incrementó desde la pandemia

Se desconoce quién trajo este plato americano que se popularizó más desde la pandemia de la COVID-19. Las familias que permanecían aisladas por las restricciones veían como jóvenes y parejas de emprendedores ofertaban las “alitas” por las redes sociales y los grupos de WhatsApp mediante el servicio a domicilio.

Carlos Landy y Lorena Astudillo, de 52 y 46 años, respectivamente, iniciaron hace cuatro años con esta actividad que les cambió la vida. Acomodaron, en ese entonces, el patio de su casa como una especie de cocina para preparar los pedidos, sin imaginarse, que con el tiempo tendrían un local y 11 empleados.

Precisamente, en la esquina de la avenida Yanahurco y Río Colta, en la parroquia Totoracocha, está su negocio “Deli Wings”. El lugar es amplio, bastante iluminado, e, inclusive, una bandera del país cubre una de las puertas laterales para llamar la atención, sobre todo, cuando juega la selección de fútbol.

Carlos, un extrabajador del sector público, cree que el éxito que han tenido lo deben a sus clientes, quienes -desde que prueban las “alitas”- no dejan de recomendarlas.

Mientras que, Lorena, agradecida por lo bien que les va, piensa que con el tiempo podrán abrir una sucursal en el sur de la ciudad. Pero, las cosas las quieren tomar con calma porque la difícil situación económica del país los hace que duden un poco.

Las alitas de pollo de Darío

Darío Pintado muestra las alitas que vende en su negocio “Big Wings”, en la avenida 10 de Agosto y Ezequiel Márquez. XCA

Un negocio, “Big Wings”, frena el tránsito a pocos metros de llegar a la intersección de la avenida 10 de Agosto y Ezequiel Márquez. Todas las noches se observan largas filas de vehículos estacionados porque sus dueños se encuentran en el interior del local -de paredes con tonos rojos, negros y blancos- degustando las “alitas”.

Su propietario es Darío Pintado, un joven de 33 años, quien se graduó en gastronomía para aprender los secretos culinarios que los utiliza en la elaboración de las salsas. Inició su emprendimiento hace seis años tras escuchar a un primo, quien prueba sus alitas de pollo y le aconseja que invierta en un negocio por la buena sazón que tiene.

Darío es una persona entusiasta que ha abierto varias sucursales, aunque, algunas han cerrado. Sus sueños son continuar innovando en las salsas.

Los hermanos Cabrera

Mayra Cabrera, de “Alas & Papas” con las alitas para venderlas a sus comensales. XCA

Los hermanos Jorge y Mayra Cabrera, de 44 y 38 años de edad, respectivamente, quedaron desempleados cuando se dio la pandemia. Empero, fue lo mejor que les paso porque unieron esfuerzos para emprender su negocio “Alas & Papas”, en la avenida Pichincha y Guayas, proximidades del sector La Gloria.

Las primeras ventas las realizaban desde su casa a domicilio. Luego, por pedido de los clientes, tomaron la decisión de colocar su local que el próximo mes de noviembre cumplirá cuatro años.

Para Jorge es placentero trabajar con su hermana porque él se dedica a la cocina con los conocimientos que adquirió en un instituto en la ciudad de Ambato. Y, ella, es la que atiende a los clientes y está pendiente de que todo marche bien.

Los dos aspiran ampliar el local o reubicarse en otro lugar más grande para atender a todos sus comensales.

En la ciudad existen varios negocios dedicados a esta actividad gastronómica. Cada uno tiene algo que lo hace diferente, pero comparten el mismo gusto por satisfacer los paladares. -(I)

DETALLES

2020 inició la pandemia que ocasionó que jóvenes y parejas emprendan. Muchos optaron por vender comida como las alitas.

-De los tres negocios, “Deli Wings” y “Alas & Papas” surgen tras la pandemia. Mientras que, “Big Wings”, ya funcionaba antes.

En avenidas como: Yanahurco, Paseo de los Cañaris, Remigio Crespo, Don Bosco, Pichincha, entre otras existen estos negocios.

Las “alitas” se venden incluso por combos que van desde los cinco dólares en adelante. Hay combos de siete, diez hasta de 30 alitas acompañadas con papas.