Por las calles de Cuenca, existen varios negocios que ofrecen postres con sus propias recetas. Inclusive, forman una especie de rutas por diferentes sectores para que grandes y pequeños degusten del dulce.
En la calle Bolívar, entre Juan Montalvo y Estévez de Toral, está “Dulcet”, que desde hace cuatro años se dedica a preparar estos manjares. Para llamar la atención de los transeúntes, utiliza un letrero que ocupa parte de la acera con el nombre de ciertos postres como uno de limón mezclado con arándanos.
Las personas ingresan y se sientan en una de las mesas ansiosos por probar, precisamente, este postre. Gabriela Jara, propietaria, se acerca amablemente hacia ellos y toma su pedido.
Ella, de 32 años, es una de las integrantes de la primera promoción que se graduó hace más de una década en el Instituto San Isidro. Así perfeccionó sus técnicas tras haber heredado el gusto por la gastronomía de su abuela Martha Velastegui, quien tuvo hace unos años un restaurante de comida costeña.
“Todos los postres que realizo son con recetas propias que surgen de modificar recetas base. Por ejemplo, la de limón y arándanos no es empalagosa, tiene una parte dulce y acida, se usa la cáscara de limón, la crema y salsa de arándanos. Es muy rica” , asegura Gabriela para comentar que entre sus objetivos está seguir innovando en los sabores de sus tortas con técnicas clásicas.
Mermeladas artesanales y fondant
En la esquina de la calle Mariscal Sucre y Juan Montalvo labora una familia con su negocio “Pastelería del Río” para elaborar tortas con mermeladas artesanales y con diseños personalizados en fondant. Lo hacen porque aseguran que los postres adquieren un sabor totalmente diferente.
Se trata de Marcia Morocho y sus hijos Alexis y Johnny Jaramillo. La mujer, de 54 años, inició hace 18 años en esta actividad por la necesidad de trabajar para el bienestar de sus hijos luego que tuvo que cerrar un local de calzado debido a problemas económicos.
“Nuestras mermeladas tienen apenas un 30 % de azúcar en relación a las que son procesadas y se venden en las tiendas. Los pasteles son húmedos y no empalagosos” , comenta Marcia para destacar que el pastel clásico de fresa es el más apetecido porque lo realizan humedecido en tres leches, con dos mermeladas, centro de chocolate y nuez.
Postres y su diversidad
En la Casa del Parque hay una pastelería “Gaby Lazo Atelier de Postres”, con tendencia francesa, que reinventa sus manjares con nuevas combinaciones de sabores. Cada mes, festividad o celebración presentan delicias distintas, pero muy agradables.
Gaby, de 37 años, inicia en la gastronomía por seguir el ejemplo de su madre Clara Sarmiento, quien fue docente universitaria . Su pasión por la cocina hizo que obtenga un título universitario, algunas maestrías y especialidades en el extranjero, y que trabaje como docente en universidades e institutos.
Todos sus conocimientos le permiten ofrecer postres bastante particulares con cinco y hasta siete texturas. Ahora último, promociona una tarta de manzana con varios ingredientes como: nuez, mus de dulce de leche, compota de manzanas, entre otros.
La afición por los postres diferentes gusta a los cuencanos apasionados por el dulce. Visitan estos y otros locales en la ciudad que apuestan por este estilo gastronómico. (I)