Enclavada en el corazón del Azuay, la parroquia Jima, perteneciente al cantón Sígsig, se erige como un destino que combina la majestuosidad de la naturaleza con una rica herencia cultural y gastronómica de sus tierras.
La ‘Ruta del Gavilán’ es una invitación a descubrir paisajes, tradiciones ancestrales y experiencias únicas. Este recorrido busca dinamizar el turismo comunitario y conectar a los visitantes con la vida rural de Jima.
Felipe Cardoso, consultor de Turismo de la Prefectura del Azuay, destacó que la organización de la ‘Ruta del Gavilán’ fue un trabajo conjunto con el GAD parroquial de Jima, incluyendo inspecciones y recopilación de información detallada para posicionar este sitio como un referente de turismo en la región.
“Se estaba recorriendo la ruta de manera empírica con los habitantes de la parroquia. Sin embargo, con esta estructuración buscamos fortalecer el turismo comunitario y promocionar la provincia del Azuay”, aseguró.
Cómo llegar
A 43 kilómetros de Cuenca, siguiendo la carretera Panamericana Troncal de la Sierra E35, un letrero a la izquierda marca el trayecto hacia Jima. Tras recorrer seis kilómetros, el centro parroquial da la bienvenida con su plaza central, jardines coloridos y la iglesia de San Miguel, un tesoro patrimonial con más de 200 años de historia.
El rústico templo, con muros blancos y techo de teja, resguarda elementos arquitectónicos fascinantes, como los pilares de la nave central elaborados con troncos enteros de árboles; además de valiosas obras de arte, entre ellas, la pintura de la Virgen del Rosario y uno de los órganos tubulares más antiguos del país.
Cerro Huinara
El Cerro Huinara, considerado sagrado por los antiguos cañaris, es un punto clave de la ‘Ruta del Gavilán’. Desde la avenida Amazonas, se avanza en dirección a la plazoleta Simón Bolívar. Desde allí, se toma la vía a La Puca y se camina aproximadamente 400 metros. Un sendero señalizado guía a los viajeros en un recorrido de dos horas a través de un bosque montano lleno de flora y fauna únicas.
Entre bromelias, orquídeas y helechos es posible avistar aves como el emblemático gavilán, que da nombre a la ruta.
En la base del cerro, dos túneles de aproximadamente 60 metros de longitud, construidos manualmente entre 1975 y 1986, son parte de la exploración en el recorrido.
Tradiciones
Al descender del Huinara, se llega a la comunidad de San Isidro. Los visitantes pueden participar en actividades agrícolas, disfrutar de una pampamesa campestre o recorrer sus tranquilos caminos. Estas actividades se pueden coordinar con la Asociación de Turismo Comunitario de Jima.
En el centro de San Isidro, destaca una capilla de arquitectura vernácula. Este lugar, conocido originalmente como Quirushitana, palabra quichua que significa “esparcido”, debe su nombre a las formaciones rocosas del Cerro Huinara, que se observan desde la comunidad y parecen “dientes dispersos”.
De regreso al centro parroquial, Jima deleita con su oferta gastronómica con emprendimientos como ‘Casa Grande’, los vinos artesanales de la familia Argudo y los tradicionales quesos de ‘Lácteos Mirador’.
En una pintoresca casa rodeada de huertos orgánicos, los Argudo elaboran desde 1985 vinos agroecológicos con frutas como manzana, mora y uvilla, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de conocer el proceso de cultivo y disfrutar de estas exquisitas bebidas.
Por su parte, Rubén Arias, de ‘Lácteos Mirador’, cautiva a los turistas al mostrar cada etapa de la producción de su famoso queso amasado, desde la pasteurización de la leche hasta el amasado final, asegurando un producto que combina tradición y sabor.
José Zhunio, propietario del ‘Hostal Jima’, resaltó la importancia de estas iniciativas para atraer visitantes. En su hostal, los ciclistas que recorren rutas cercanas encuentran alojamiento. Además, en la zona los turistas pueden disfrutar de platos típicos como el cuy asado con papas chauchas. (PNH)-(I)
DATO
Para coordinar actividades, los interesados pueden contactar a la Asociación de Turismo Comunitario de Jima al 096 230 4807.