Los seres humanos a partir de una determinada edad, asistimos a diversos Centros de Desarrollo Infantil, escuelas, colegios, universidades y demás institutos académicos con la finalidad de complementar nuestra formación integral, digo complementar la formación, por cuanto la primera y las más importante escuela de la vida nace y se inicia dentro del núcleo de la familia y es dentro de este espacio y entorno social donde las personas impregnamos los valores y principios morales y éticos para que nuestro desarrollo e inter-acción con nuestros semejantes y con el medio ambiente donde nos desenvolvemos sea a lo largo de nuestra existencia pleno de armonía, felicidad, respeto y paz, más sin embargo, hoy frente a la cruda y dura realidad que no solo vive nuestro país, lamentablemente el aporte y el background académico al parecer tienen más peso que la sana practica de las virtudes y principios que nacen en el seno del marco familiar, si bien es cierto que la búsqueda del conocimiento y la constante preparación académica no deben tener límites, pero esta será mucho más perfecta e integral cuando se vea acompañada por los principios y las convicciones que solo la escuela de la familia nos regala, dejar a un lado las virtudes de la familia es quizá hoy la dura antesala de tener una sociedad contaminada con la corrupción, con el crimen organizado, con la injusticia y con la prevalencia de gobiernos identificados con corrientes políticas, económicas y sociales afines a la narco-política y al totalitarismo, por lo tanto si queremos mejores días para nuestros hijos, nietos y bisnietos, hoy es la hora para redescubrir que la mejor escuela e institución de formación ética y moral se llama “FAMILIA”. (O)
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