Daniel Noboa: decir sin confrontar

Mónica Banegas Cedillo

¿Cómo impactó el discurso del presidente desde la perspectiva de la comunicación política y el contexto nacional? Un cambio generacional y simbólico, porque representa una ruptura con las figuras tradicionales del poder. Su juventud genera identificación en sectores desencantados con la política, especialmente entre jóvenes que ven en él una figura menos contaminada por el sistema.

El discurso de posesión confirmó su estilo: mesurado, simbólico y cuidadosamente diseñado. Frente a una ciudadanía golpeada por la violencia y la incertidumbre económica, optó por un mensaje de unidad y reconstrucción, apelando a la esperanza como hilo conductor de su intervención.

Lejos del populismo retórico de otros mandatarios, su tono fue presidencial, sobrio, pero no frío, más bien muy emotivo, lo que ocasionó ovación de pie de los asistentes al hemiciclo legislativo. Habló del nuevo Ecuador y del enemigo común, el crimen organizado, señalando a sus opositores como culpables del pasado. Optó por no desgastarse en la guerra política, al menos al inicio de su mandato.

Apeló a la esperanza y la seguridad  como soluciones que conectan con el miedo cotidiano y la necesidad urgente de estabilidad. Apuntó a la novedad y expectativa, como una figura emergente que ganó en una campaña atípica. Noboa generó curiosidad con un discurso que genera una oportunidad de recomenzar. El impacto se debió a una suma de forma, contexto y percepción. La ciudadanía escuchó una promesa de renovación y la imagen de un liderazgo distinto. (O)

X: @monicabanegasc

Dra. Mónica Banegas

Política, abogada y catedrática. Exconsejera vicepresidenta del CPCCS. Exdirectora del Instituto de la Democracia del Consejo Nacional Electoral. Actual subsecretaria de Acceso a la Educación Superior de la Senescyt.

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