Se trata, en realidad, de la tormenta perfecta: las voces de la crítica, amplificadas por el descontento, se tejen sobre un entramado de denuncias, manifestaciones y dudas en cuanto a la transparencia de la gestión municipal, pulverizando el capital político, la confianza y poniendo a la administración municipal bajo asedio. Y no, no es un incidente aislado, es una crisis de legitimidad popular en toda compuesta por varios factores. Aquí el parte de guerra:
Primero, está el siempre presente fantasma de la corrupción. La denuncia ante la Contraloría General del Estado, ha abierto una grieta muy difícil de reparar. ¡Y es que vamos! Tres hospitales, más de 20 millones, una sola comisión técnica y un solo ganador. ¿Es en serio? O sea, ¿de verdad no lo vieron venir? Y luego, por supuesto, está el Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial (PDOT), esa herida abierta que ha fracturado definitivamente la relación entre la municipalidad y la ruralidad. Y es que no se trata de una simple discrepancia, es un choque de visiones sobre el desarrollo, una apología al amargo centralismo del que tanto nos gusta quejarnos.
Sumemos aquí el eterno conflicto de la integración del transporte público y la gestión del relleno sanitario, la falta de resultados (obras) visibles y la profunda fragmentación del Concejo Cantonal, y lo que obtendremos será una imagen de debilidad política que nos muestra, de cuerpo entero, una administración en crisis. ¿Será este el presagio de un invierno político? Pues todo dependerá de la capacidad del alcalde para recuperar el control de la narrativa, desactivar el hervidero de las redes sociales y conectar de una buena vez con las necesidades y expectativas de los ciudadanos.
La confianza es un bien escaso en la política. Y esta no es una crisis política puntual, sino un deterioro sistémico que plantea el desafío monumental de empezar a demostrar resultados concretos más allá de la retórica pues esto no se resuelve con ofensivas comunicacionales, sino estabilizando la gestión municipal, recuperando la credibilidad, recobrando la transparencia y logrando la eficiencia, que han sido siempre los sellos distintivos de eta ciudad…(O)
@andresugaldev