Hay formas de cavar su propia tumba, y la de Correa entrevistando al despreciable dictador Maduro, es la más alta manifestación de la desfachatez y el monumento más elevado de alabanza de un lacayo secuaz a su amo.
Debido a que el tirano no da entrevistas a nadie porque teme ser abucheado en su propio terreno, busca a un aliado con quien hacer catarsis y comunicar sus antojadizas verdades. Queda claro, Correa es un asalariado de Maduro; ya lo dijo en una entrevista a un periodista español, que él fungía como asesor, y además tenía a dos funcionarios ex ministros de economía de su gobierno trabajando en Venezuela, a quienes debía el “éxito económico” del país llanero.
Para esta fanfarroneada se valió de RT (Rusia Today) un medio espantajo para apadrinar y difundir barbaridades como esta y tapar las obscenidades de otro de la jorga como Putín, grosero manipulador de la verdad y asesino de ucranianos. Y Correa pregunta a Maduro con una “inocencia” casi angelical, si conoce al cartel de los Soles, para que su “jefe” se luzca negando rotundamente su existencia; a los EEUU no les interesa el narcotráfico, dice, sino llevarse la inmensa riqueza de Venezuela, la primera reserva del petróleo del mundo, la cuarta reserva del gas, que está precisamente en el Caribe a donde Trump mandó la flota; tiene además 30 millones de hectáreas A1 de terreno cultivable, acuíferos gigantes como el Orinoco, “agua como para patinar al cielo”. Venezuela tiene una posición geográfica envidiable, dice el dictador. Me imagino los rostros de los venezolanos escuchando semejante declaración, cuando la pobreza y la miseria ha llevado a que millones de ellos emigren de su país; es de miedo, además, entender el cinismo brutal, la patológica forma de hablar de un psicópata para burlarse de su pueblo.
La llegada de buques estadounidenses a considerable distancia de las costas venezolanas atemoriza al gobierno de Maduro quien moviliza con una rapidez inusitada a las Fuerzas Armadas, reservistas y “milicianos”. “Creo que llegó la hora de la guerra revolucionaria contra un enemigo poderoso”, dijo Diosdado Cabello. Afirmaciones unilaterales creadas por las versiones imaginativas de su mundo paralelo de ficción.
En el radar de la diplomacia, Maduro se va quedando solo; la ausencia de reconocimiento de sus otrora aliados, dibujan la existencia de un camino irreversible hacia un aislamiento total.
La vigente realidad de que la droga es transportada por el Caribe bajo la actuación del cartel de los Soles ha provocado que Maduro esté gastando una increíble cantidad de dinero en contratar a influencers, publicistas, a supuestos personajes progresistas, “analistas independientes”, quienes tienen la tarea de defenderle a él y su “camarilla” pero no a Venezuela como país, trabajando a través de una serie de reuniones, para desprestigiar los operativos de los EE. UU. Si algo es evidente desde hace años es la falta de confianza de Maduro hacia sus fuerzas armadas. De allí la creación de estos grupos de milicias civiles, sin conocimiento militar pero comprados ideológicamente con fuertes erogaciones de dinero para defender a la narco dictadura. Y Correa de vocero. ¡¡Qué vergüenza!! (O)