La responsabilidad es un valor que tiene que estar presente en todos los actos de nuestras vidas. La defensa del agua debe ser un norte hacia el que nos dirijamos todos los habitantes; sin embargo, la agresión que hoy enfrentan los páramos azuayos obedece, entre otros factores, a las intenciones de políticos ajenos a nuestra realidad austral, ayer, impulsaron la minería y, hoy, se muestran como defensores del agua, por un lado y, por otro, a la actitud irresponsable de quienes, ejerciendo la política por elección, no han tenido la valentía de defendernos oportunamente a los australes, azuayos y cuencanos.
La exploración en la zona de las Kimsakochas, inició en la década de 1970, fueron campesinos y luchadores ambientales quienes han defendido, la conservación de estos páramos como gestores de la función hídrica que es fuente de vida, en la zona de influencia del macizo de El Cajas que está, lamentablemente, saturado de concesiones mineras otorgadas por diferentes gobiernos de manera ajena a nuestros intereses vitales. Se conoce a nivel global, los efectos de la minería en contra del medio ambiente, pues degradan el suelo, el agua y el aire, pudiendo ocasionar alteraciones extremadamente tóxicas como drenajes ácidos, contaminación atmosférica, remoción y socavamiento del suelo, pérdida de biodiversidad, polución hídrica, perjuicio a la vida y desequilibrio ecológico.
Hoy, son guardianes del agua, colectivos sociales y ciudadanos individuales, comunidades campesinas cercanas al área minera, universidades, colegios profesionales, juristas, hospitales y centros de salud, todos en defensa del agua y de los páramos, gestores de recarga hídrica y vida y en oposición a la minería en la zona. Pero, no se ha conocido el pensar de cámaras ni de algunos conglomerados de nuestra sociedad, que tienen vínculos con la actividad económica austral y que deberían estar en un plano de discusión científica, técnica, ética, responsable, en un plano respetuoso que defienda los más caros intereses de la población. Es público el irrespeto a la jurisprudencia, a la decisión mayoritaria por la NO explotación y el manejo caprichoso y/o extraño realizado por varios funcionarios tanto del sector público como privado. Mañana es la gran marcha, aspiramos que no haya violencia, pero sí un reclamo altivo y una defensa absoluta de la vida. (O)