Árbol de navidad, simbología y mito

La Navidad, tradición que se sostiene en cultos con profundo raigambre popular, como el Árbol de Navidad, que pese al permanente incremento de nuevos elementos rituales y decorativos conserva la esencia simbólica de sus orígenes, ser un puente de encuentro y armonía del cielo con la tierra, del hombre con la Divinidad que, en la tradición cristiana, se manifiesta en el Niño que adoraron los Reyes Magos guiados por la Estrella.

El árbol con sus raíces profundas en la tierra, su tronco siempre ascendente como eje y su ramaje alcanzando el cielo, simboliza el “Árbol del Mundo” que enlaza los espacios cósmico y telúrico con el Celestial, como el fresno, siempre verde, de la Mitología Nórdica. Desde cuándo, exactamente, ¿el Árbol de Navidad pasó a ser parte imprescindible de estas celebraciones?  Se cree que Martin Lutero estableció la costumbre de adornar un árbol con manzanas para recordarnos la bendición que significó para la humanidad el nacimiento de Jesús. También se atribuye a la tradición germana,  que un árbol gigante sostenía al mundo y en sus ramas al sol, a la luna y a las estrellas, representado en la rutina de adornar el árbol con luces y cuerpos celestes; a la tradición nórdica de cortar una rama de fresno(siempre verde) y en el interior de la vivienda engalanarse con pan, frutas y adornos brillantes para conseguir color y alegría en la oscuridad del invierno; muchas culturas del Asia Central, Japón, Corea y Australia, consideraban al árbol como antepasado mítico de hombre, como él nace, crece erguido, se desarrolla y muere;  griegos y romanos consideraban al tejo como árbol sagrado y motivo de culto, tradición que fue seguida por culturas europeas que les sucedieron; los Celtas tenían lugares especiales para celebrar ritos, danzar o meditar alrededor de un árbol sagrado: “lugares de culto” y el árbol como elemento simbólico central.

¿Quién no participó, alguna vez, en el arreglo de un árbol de navidad?, en el hogar o en la iglesia, en el barrio o en la escuela, en una institución educativa, laboral, recreativa, en fin, porque el espíritu navideño alcanza a todos, abunda en solidaridad, afina la sensibilidad, esclarece la fe e inunda de felicidad, y en la mejor etapa de nuestra existencia, trasciende y nos acompaña como parte de nuestras mejores evocaciones y nostalgias también.  (O)

Dr. Tito Astudillo

Dr. Tito Astudillo

Médico, docente y periodista. Fue miembro titular, vocal de Directorio y Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo del Azuay. Exdocente de primaria, secundaria y educación superior.
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