Y una vez más la sangre inocente se derramó sobre los primeros días del año que empieza; gracias a la irresponsabilidad de los mayores, los niños pagaron con su vida. Erick Zaghi nos demostró hasta el punto en el que la desesperación puede llegar, cuando sin pensarlo decidió romper con su cabeza el vidrio del vehículo en el que viajaba, mientras la persona que debía hacerse cargo se dio a la fuga. Dicen que va a ser declarado héroe en Girón, con lo que la sociedad reconocerá su valentía. Sin embargo, no podemos quedarnos únicamente en homenajes muy merecidos, por cierto, porque debemos dar un paso más y valorar los hechos con justicia para los mártires de esta sociedad hipócrita e irresponsable. Así, por ejemplo, en estos días, un niño de cinco años fue encontrado portando juegos pirotécnicos y otros pequeños murieron al desplomarse un muro de contención mal construido. La ineptitud, desidia e indiferencia de los mayores son las causas para que nuestros niños se conviertan en sus principales víctimas. Y no hablemos de temas cotidianos porque necesitaríamos mucho espacio. Debemos reflexionar más a fondo sobre esos actos heroicos, cargados de terror y con una mirada global intentar que estos hechos sean frenados y castigados como se merecen. Además, una beca de estudios para Erick Zaghi es lo que se debe ofrecer. En justicia. (O)
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