Sonia Bonilla, madre de Damián Peña, quien fue asesinado con un disparo el 11 de enero del 2002, cuando tenía 16 años, ayer hizo un plantón en el parque Calderón, en Cuenca, para pedir justicia.
La muerte del adolescente, que era estudiante del colegio César Dávila, se produjo en los exteriores de la Universidad de Cuenca donde se cumplía una manifestación, que era repelida por la Policía Nacional.
Bonilla explicó que a pesar de que han pasado 18 años de este suceso hasta la fecha no se ha logrado identificar a quien disparó. Ella cree que se trata de un uniformado policial, por lo que considera que fue una ejecución extrajudicial.
Indicó que el caso de su hijo sigue en indagación previa, pues cuando se cumplieron 13 años se declaró la nulidad del proceso por algunas irregularidades como la ruptura de las cadena de custodia de algunas evidencias.
De acuerdo con Bonilla, esta investigación ha pasado por nueve fiscales y actualmente está a cargo de Paúl Serrano. Ella espera que se llame a declarar a sospechosos y testigos.
“Sorprende que en casos de violaciones de derechos humanos la justicia se toma tanto tiempo, pues hay casos que duran más de 30 años y eso ya no puede ser considerado como justicia…”, refirió. (CSM)-(I)