La ley es igual para todos y todos somos iguales ante la ley, porque regula la conducta social de las personas desde su generalidad en términos de convivencia segura, con miras al logro de objetivos comunes, recuerdo las lecciones de Derecho en nuestras universidades. Sentencias en Derecho Comparado, la jurisprudencia y la doctrina nos enriquece. Fluye el concepto de que la Ley siempre debe ser justa y que toda persona debe respetar y cumplir la Ley.
En estos días se ha dictado la nulidad parcial del juicio seguido por los delitos de sabotaje, incendio y destrucción del edificio de la Contraloría del Estado. La Ley Penal es directa, precisa y concreta y no admite otra interpretación sino la nacida de su objetividad y definición exacta. Llama la atención que, argumentando la falta de un peritaje e informe antropológico, que, según una parte acusada, se debía haber realizado atendiendo la existencia de personas o ciudadanos de diversas culturas o etnias entre los acusados, se haya dictado tal nulidad.
Curiosa salida de la defensa y de la resolución para definir el caso a favor de los ciudadanos ecuatorianos de origen indígena, que luego de negarlo, ahora enfatizan la diferencia cultural, por tanto, fluye la pregunta: ¿El Ecuador no es uno sólo? Todos somos ecuatorianos, mestizos, indios, blancos o afrodescendientes, todos nos debemos a la misma Patria, los derechos y las obligaciones son iguales para todos y la Constitución y la Ley consagran el Debido Proceso desde la dignidad humana, la seguridad jurídica y la plena igualdad que nos confiere nuestra común condición. Allí está el núcleo de este tema. (O)
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