Hay mucha controversia, por su puesto originados en criterios muy respetables, sobre si 05nuestra ciudad y provincia, pasan en los próximos días del aislamiento en el que nos hemos mantenido cerca de dos meses , al distanciamiento social, que a propósito no significa salir en “bandada” a cumplir nuestras actividades, como si se tratara de una vida normal. Al COE local, representado por nuestro alcalde y prefecto, respectivamente, le toca una decisión muy equilibrada, sesuda y responsable, que debe estar plenamente respaldada por un notable asesoramiento técnico en el tema a tratar, para determinar el color del semáforo a seguir. Pienso que para esta resolución, se tomarán en cuenta varios factores, de los muchos que existen; a mi juicio los principales serían: la necesidad urgente de la reactivación económica; nivel de obediencia civil a nivel regional; un adecuado plan de atención y protección en caso de nuevos contagios, con servicios de salud bien dotados de material humano y tecnológico; lectura certera del comportamiento epidemiológico de la enfermedad, pero con datos fidedignos. Previamente a todo esto, debe realizarse una mesa técnica, integrada por asesores de reconocida capacidad en especialidades como Salud Publica, epidemiologia, Infectología y Economía, etc. Sea cual fuere la decisión del COE cantonal, seamos conscientes que la pandemia no ha terminado, lamentablemente demorara mucho para llegar a su fin; y no podemos esperar su final, porque la gente en vez de morir por el Covid 19, morirá de hambre; ya que la debacle económica a nivel mundial, tardara mucho tiempo en restablecerse, ni se diga en un país tan CORRUPTO como es el nuestro; por lo tanto debemos ser cautos, responsables y obedientes, manteniendo las medidas de protección y prevención; y como ciudad y provincia, sigamos dando ejemplo de nuestra obediencia civil.
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