OPINIÓN|
Los derechos que se viven no fueron un regalo de la élite, los derechos se exigieron por mujeres y hombres descontentos que organizaron su rabia y gritaron con valentía, rompieron la injusticia, quemaron el sistema y hasta dieron su vida en resistencia. Los derechos nacieron cuando conocieron la unidad y supieron que el silencio no era una opción, y que su sangre era combativa y completamente rebelde. Hoy la cúpula nos recuerda la miseria del capital, la regresión en derechos y para consolidar la arbitrariedad se aprobó la ley que olvida toda la lucha que en el pasado sacrificó tanto. Obreros, estudiantes y ciudadanía se cansan de la privatización del conocimiento, de la historia y la dignidad. El gobierno quita educación, salud y trabajo mientras los paraísos fiscales crecen. Siembran neoliberalismo, hambre y represión mientras instituciones financieras se enriquecen. La lucha de hoy recuerda el pasado y la desigualdad perenne e histórica en el país, sabe que vulneran nuestros derechos y tiene total certeza de que somos el pueblo que resiste y en la lucha, no se cansa. (O)
