OPINIÓN|
Esta semana, el FBI capturó en Miami y en otras ciudades estadounidenses a varios grupos de personas provenientes de Cuba, Honduras y Venezuela que recibieron dinero para financiar a grupos violentos durante las protestas que se registraron este fin de semana, a propósito del asesinato del ciudadano afroamericano. Agentes del FBI interrogaron a los detenidos que admitieron haber recibido dinero de activistas para ocasionar disturbios en las manifestaciones. Según las investigaciones en curso, las autoridades están tratando de determinar qué individuos asociados con Venezuela pagaron viajes a estas personas a distintas ciudades de los Estados Unidos para promover el caos, además de averiguar si tienen lazos con las agencias de inteligencia extranjeras tanto de Cuba como de Venezuela.
Varios de los insurrectos son residentes de la zona de Miami conocida como Pequeña Haití y, a dos de ellos, se les incautó ingentes cantidades de dinero en efectivo cuyo origen están investigando. En las manifestaciones también participaron activistas que marchaban con la bandera del Frente Sandinista de Liberación del partido de Ortega, el tirano nicaragüense.
El presidente de Estados Unidos y el secretario de Justicia han responsabilizado al grupo extremista Antifa -abreviatura de antifascistas- que es un término que abarca a grupos de ultraizquierda, calificándolo como terrorista.
La organización Antifa envió el sábado un mensaje a través de Telegram instando a los activistas a considerar a la Guardia Nacional como “blancos fáciles”, azuzándolos a robar armas y equipos de protección de los soldados. Así mismo, el fin de semana, el cuerpo policial del estado de Ohio pidió apoyo para identificar a un hombre que entregaba dinero a manifestantes para que destruyan la propiedad pública. En un video publicado por las autoridades, se observa a este individuo entregando billetes y dando instrucciones al menos a dos personas.
Al escribir este artículo, rememoro el infierno que vivimos en octubre en donde fuerzas de choque venezolanas y cubanas iguales a las que están infiltradas en el país del norte, en contubernio con un ratero y los líderes incultos y arribistas de la CONAIE, desestabilizaron al Ecuador entero en cuestión de doce días. Los mismos actores y el mismo guion, más en un escenario diferente. (O)
