El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con un descenso del 0,72 %, hasta 38,44 dólares el barril y parecía encaminado a saldar la semana con pérdidas debido al temor recurrente al alza de casos de COVID-19 en EE.UU., así como la acumulación de reservas de crudo.
A las 09.15 hora local (13.15 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto restaban 28 centavos respecto a la sesión del jueves, en la que logró recuperar algo de valor.
El precio de Texas operaba de manera irregular al comienzo de la sesión pero se mantenía por debajo de la barrera psicológica de los 40 dólares que superó hace tan solo unos días, lastrado por el aumento de contagios de coronavirus en EE.UU. y otros mercados importantes.
Estados Unidos alcanzó este jueves los 2,4 millones de casos confirmados y más de 122.000 fallecidos, según la Universidad Johns Hopkins.
Le media de nuevos casos diarios está por encima de los 30.000 por el fuerte repunte en algunos estados del Cinturón del Sol, como California, Florida Texas y Arizona, mientras que Nueva York, que fue epicentro de la pandemia, sigue una tendencia a la baja.
El estado de Texas paralizó ayer su reapertura económica y los inversores están preocupados por el impacto que otras potenciales restricciones en el país pueden tener sobre la demanda de petróleo, azotada desde marzo por el parón de actividad de la pandemia.
Los analistas están esperanzados, no obstante, por datos que apuntan a un aumento del tráfico de vehículos en China, Europa y EE.UU.
«La historia de la recuperación de la demanda petrolera ha recibido un golpe esta semana después de que EE.UU. registrara su mayor salto en casos de coronavirus, sugiriendo que muchos estados podrían tener confinamientos regionales pronto», dijo en una nota el analista Edward Moya, de la firma Oanda. EFE