Desayunos que abrigan corazones

Cuando era niño, Jorge Brabvo recuerda que gran parte de la población de María Auxiliadora vivía de la caridad del padre Carlos Crespi. Ropa y comida solía entregar el religioso a las familias que no tenían los recursos para subsistir.

Con los años, Jorge se convirtió en artesano, y a principios de 2019 se le ocurrió continuar con el legado de Crespi. Fue entonces que con un grupo de vecinos y amigos se reunieron, y de lo poco que tenían juntaron para alimentar a los adultos mayores que no tienen un techo fijo ni un plato de comida.

Empezaron un sábado en el parque de María Auxiliadora, a las siete de la mañana, con 20 personas, a quienes les dieron de desayunar. Lo que no se esperaba el grupo de altruistas era que mucha más gente se acercaría.

En su mayoría, la gente que asiste son adultos mayores.

De pronto, el sábado se convirtió en el día fijo para brindar lo que se recogía entre semana. Ya no eran solo panes y café lo que se entregaba: frutas, queso, y una tarrina de arroz cada quince días se sumaron a la ayuda.

Frutas y arroz también se reparte entre los asistentes.
“Cada semana nosotros nos financiamos. Los vecinos y los integrantes de grupo donamos pancito, quesito, y entregamos arrocito con arvejas. Nosotros mismos cocinamos y les entregamos a las personas que no tienen”, cuenta Jorge Bravo.

El grupo, que se transformó en el “Club Social y Deportivo Salesianos”, en la Navidad del 2019 llegó a atender a quinientas personas.

Pandemia

En las últimas semanas se ha repartido mascarillas y alcohol.

Con la declaratoria de la emergencia sanitaria en Ecuador, la solidaridad fue suspendida. Sin embargo, en mayo, el grupo decidió retomar la ayuda. Los integrantes tuvieron miedo; no obstante, sabían que había personas que la estaban pasando muy mal con la llegada del COVID-19 a Cuenca.

En su regreso, treinta adultos mayores se acercaron al parque María Auxiliadora para recibir el alimento. En las semanas posteriores se sumarían más personas,y hasta el 28 de agosto, ya son doscientos necesitados que cada sábado llegan a alimentarse.

Antes de la entrega, los asistentes hacen una oración por
las personas que
no tienen recursos económicos.

Asimismo, se han entregado mascarillas y alcohol porque hay gente que no tienen para adquirirlos.

Si bien se ha podido ayudar a quienes han llegado al parque María Auxiliadora, el grupo quisiera aumentar las ayudas.

Quienes participan son voluntarios que entre semana se financian.
“Todas las personas de buen corazón solo tienen que acercarse los sábados, a las siete de la mañana. Pueden traer pan, queso, arroz, ropa. Lo que sea. Y pueden unirse a nosotros. Queremos ayudar a más gente que nos necesita en estos tiempos”, dijo Jorge Bravo. (AWM) -(I)

REM

REDACCION EL MERCURIO

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba