OPINIÓN|
Sin duda el interrogante que se nos genera a algunos ecuatorianos, ¿Qué pretenden estas personas al postularse para las contiendas electorales?, más aún cuando sabemos que su comportamiento no ha sido como quien diríamos ejemplar, y no nos referimos a preceptos de moral extrema sino de comportamientos de decencia mínima que debe tener todo ser humano.
Es inconcebible que personajes que están siendo investigados y detenidos por petición de la justicia nacional se hayan atrevido a enviar su intención de inscribirse como posibles candidatos a elección popular, pretendiendo burlar la conciencia nacional al desviar la atención de la situación real por la que fueron procesados.
Con el pasar del tiempo, son muchos casos de los cuales nos hemos ido olvidando, en parte por la aparición de nuevas barbaridades y en otras ocasiones debido a que las condiciones han empujado a dejar de lado algún tema específico, pero queda claro que de la conciencia de quienes formamos la sociedad, jamás podrían eliminarse esos recuerdos nefastos que en medio de una de las peores crisis mundiales, ciertas personas pretendieron abusar cargándose a hombros los escasos recursos que destinábamos para que nuestros congéneres pudieran salvar sus vidas.
En la politiquería podremos ver de todo, desde personas que tuvieron supuestas “altas responsabilidades nacionales” y que entraron por las ventanas del patio del vecino, hasta quienes se ganaron espacios pujados por el engaño y la mentira, muy tristemente esas condiciones son muy reales, pero jamás podrá decirse que nuestra sociedad se compone únicamente de ese tipo de seres humanos. (O)