Según cifras actualizadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la neumonía es causante del 15 % de las defunciones en niños menores de 5 años. Además, esta enfermedad puede constituir una de las consecuencias del COVID-19. En este contexto y en el marco del Día Mundial contra la Neumonía, que se conmemora hoy 12 de noviembre, la Dirección Médica de Laboratorios Bagó se suma a los esfuerzos globales para la prevención y detección temprana de esta patología, mediante consejos e información importante sobre sus síntomas, riesgos y formas de contagio.
“La neumonía es una enfermedad infecciosa que afecta al pulmón, su forma de contagio más común puede ser viral o bacteriano, generando pus y líquido en los alvéolos pulmonares, encargados de intercambiar el oxígeno y dióxido de carbono entre el pulmón y la sangre. La enfermedad produce usualmente una respiración dolorosa y limita la absorción de oxígeno para el cuerpo», explica el Dr. Gregory Celis, Director Médico de Laboratorios Bagó. De ahí que es importante identificar los síntomas a tiempo.
Sobre sus síntomas:
Pueden ser variados y presentarse en distinto orden.
- Fiebre: En niños y adultos se presenta fiebre. En los adultos mayores puede no presentarse, por el contrario, podrían experimentarse bajas temperaturas.
- Malestar general: Sensación de cansancio, dolor del cuerpo.
- Dificultad para respirar: Falta de aire e incluso respiración dificultosa.
- Tos: Este síntoma suele ser intenso y se acompaña de dolor en el tórax. Puede estar acompañada de flema.
- Náuseas y vómito.
- Desorientación o confusión: Debido a la falta de oxigenación, el paciente suele sentirse confundido y desorientado.
Sobre las formas de contagio:
- La neumonía generalmente se produce por virus, bacterias, parásitos o incluso hongos que se encuentran en el ambiente. Cualquiera de estos agentes genera infección en los pulmones, alterando significativamente su función vital.
- La enfermedad COVID-19, producida por el virus SARS-COV2, también puede causar neumonía al ser un agente viral infectante para el pulmón.
- Otra forma habitual de contagio es por aspiración. Esto sucede cuando el individuo regresa la comida del estómago a la boca sin llegar a vomitarla (regurgitar) e involuntariamente ingresa a la tráquea, lo que produce neumonitis, que es una inflamación del tejido pulmonar.
Sobre sus posibles complicaciones:
- La neumonía es una enfermedad de alto riesgo, esto debido a las afecciones directas que causa en los pulmones. Si la enfermedad no se detecta y trata a tiempo por un especialista podría causar insuficiencia respiratoria, una infección generalizada en el organismo, que puede desencadenar lo que se conoce médicamente como sepsis, que podría causar la muerte del paciente.
- La infección puede llegar a dañar el tejido pulmonar de por vida.
Sobre las personas vulnerables:
De acuerdo al Dr. Gregory Celis, “al tratarse de una enfermedad respiratoria, existen ciertos grupos de personas que podrían verse más afectados al contraer esta patología “, entre estos se encuentran:
- Niños: Son más vulnerables a la neumonía debido a que su sistema inmune está en desarrollo y los agentes virales, bacterianos, parasitarios o micóticos (hongos) pueden ser extremadamente agresivos.
- Tercera edad: Debido a que su sistema inmune actúa más lentamente suelen padecer otras enfermedades, los hace extremadamente vulnerables ante la neumonía.
- Enfermedades preexistentes: Las personas que padecen diabetes, hipertensión arterial o cualquier trastorno que afecte al sistema inmune son más propensas a tener complicaciones.
- Fumadores: Este grupo se vuelve muy vulnerable debido a los efectos que la nicotina y el resto de componentes causan en las células pulmonares.
Sobre la prevención de contagio de neumonía:
- Nunca automedicarse y acudir al médico en caso de presentar los síntomas señalados.
- Mantener una alimentación sana.
- Procurar una hidratación adecuada en el día a día.
- Evitar acudir a sitios de contagio como clínicas u hospitales sin necesidad.