Un antiviral nasal bloquea la transmisión del SARS-Cov-2 en hurones, lo que sugiere, según los investigadores de la Universidad de Columbia (EE.UU) que lo han desarrollado, que el espray nasal también podría prevenir la infección por covid-19 en personas, «incluidas la nuevas variantes».
El compuesto, un lipopéptido diseñado para impedir que el nuevo coronavirus entre en las células, es barato de producir, tiene una larga vida útil y no necesita refrigeración, según un estudio que publica este miércoles la revista Science.
El antiviral desarrollado por los doctores Matteo Porotto y la doctora Anne Moscona ha sido probado, hasta ahora, en hurones, que son muy susceptibles a la infección por SARS-Cov-2 y tienen unos pulmones similares a los de los humanos.
Los resultados de la investigación indican que el cien por cien de los hurones no tratados con el spray fueron infectados por sus compañeros de jaula que desprendían el virus.
El nuevo compuesto reconoce la proteína Spike (S) del coronavirus y evita que se fusione con la membrana celular para infectar a las células.
En los experimentos con hurones, el lipopéptido se administró en la nariz de seis hurones. Las parejas de animales tratados se alojaron con otros dos de control, que recibieron una pulverización nasal salina, y un hurón infectado.
Tras 24 horas de intenso contacto directo entre los hurones, «las pruebas revelaron que ninguno de los hurones tratados contrajo el virus de su compañero de jaula infectado y su carga viral era cero, mientras que todos los animales de control estaban altamente infectados», indica la universidad en un comunicado.
Los autores probaron el lipopéptido en células infectadas con una serie de variantes del SARS-CoV-2, incluidas la variante británica (B.1.1.7) y sudafricana (B.1.351), y vieron que el compuesto prevenía que la proteína S de todas ellas se fusionara con la membrana celular «con la misma eficacia que la cepa dominante».
El antiviral se administra fácilmente y, según la experiencia de los científicos con otros virus respiratorios, la protección sería inmediata y duraría al menos 24 horas.
Los autores proponen que estos péptidos podrían utilizarse en cualquier situación en la que una persona no infectada estuviera expuesta, ya sea en un hogar, una escuela, un entorno sanitario o una comunidad.
Incluso con grandes segmentos de la población vacunados, estos antivirales «constituirán un importante complemento» para proteger a los individuos y controlar la transmisión. Las personas que «no puedan vacunarse o no desarrollen inmunidad, se beneficiarán especialmente del aerosol», señalaron los autores.
El equipo está realizando estudios sobre la transmisión en modelos animales y sobre la producción y formulación del péptido, y esperan «llevar pronto este enfoque preventivo a los ensayos clínicos en humanos».
Un estudio ya publicado en octubre describía la primera generación del compuesto y su efecto en un modelo en tres dimensiones de pulmón humano, en el que pudo extinguir una infección inicial, impedir la propagación del virus dentro del órgano y no fue tóxico para las células de las vías respiratorias.
Porotto y Moscona ya habían creado lipopéptidos similares para prevenir la infección de células por otros virus y cuando apareció el SARS-CoV-2, adaptaron sus diseños.
Los autores destacaron así la importancia de «aplicar la ciencia básica para desarrollar tratamientos para los virus que afectan a las poblaciones humanas en todo el mundo», pues los frutos de sus investigaciones anteriores les llevaron «a aplicar rápidamente los métodos a la covid-19». EFE