Este lunes se cumplen los primeros dos meses del reinicio de la operación de los buses urbanos en la línea 100. Esta ruta se suspendió en septiembre de 2020 por el inicio de la circulación comercial del Tranvía Cuatro Ríos.
Únicamente quedaron seis de estos autobuses para alimentar por el sur y cinco por el norte al sistema tranviario. El resto fue distribuido para reforzar la atención en otros sectores de la ciudad.
El 29 de enero de este año la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC) resolvió restablecer el servicio de la 100 debido a incumplimientos del Municipio de Cuenca, que afectan a la economía de esta organización.
La 100 es la línea de mayor demanda y la más grande que tiene la urbe, pues conecta la parroquia Baños, que está al sur; con la parroquia Ricaurte, que se ubica en el norte. Además pasa por el centro histórico.
La Asociación de Barrios de Ricaurte, que agrupa a los 38 barrios en los que se divide esta jurisdicción, ratifica el pedido de que se mantenga el servicio de esta línea.
Igor Quiroga, miembro de esta organización, expresó: “sobre todo en las horas pico, por ejemplo en la mañana o en la tarde, el tiempo se vuelve esencial y la línea cumple con esos factores en términos de no estar haciendo un trasbordo…”.
Agregó: “la situación del pago de la tarjeta, se hace mucho más expedito poder viajar en un solo bus pagando con una tarjeta que ya teníamos hace muchísimo tiempo atrás y no estar cargando dos tarjetas…”.
Para Quiroga el Tranvía Cuatro Ríos tiene que ser un sistema multimodal, pues considera que no se puede desperdiciar una inversión de casi 300 millones de dólares, que se destinó para esta modalidad de transporte.
El criterio de Quiroga es compartido por Patricio Solano, dirigente barrial en Baños, quien indicó que a inicios de este mes representantes de unos 20 barrios de esta zona se reunieron para pedir que se mantenga la línea 100.
“Hay muchas personas que salen de esta parroquia con sus productos para poder vender en la ciudad y en el tranvía no les dejaban subir, y con eso se les dificultaba su trabajo…”, señaló.
Y añadió: “nosotros hemos sido claros con la municipalidad, les hemos dicho que no estamos en contra del tranvía, pero que queremos que haya una mejor planificación y que nos dejen elegir que servicio queremos usar…”, dijo.
Solano precisó que para mediados de abril tienen previsto una nueva sesión, a la que convocarán a la Dirección de Gestión de Movilidad (DGM) y a la Empresa de Movilidad (EMOV EP), de la municipalidad. (CSM)-(I)
CRITERIO PROFESIONAL
Para Mauricio Saravia, ingeniero en tránsito, para que el Tranvía de Cuenca funcione de manera efectiva tiene que integrarse con los otros sistemas de transporte de pasajeros.
“Debe ser una integración real, tanto en las rutas cuanto en el pago, pues desde el principio se recomendó que sea una sola tarjeta, y que esta sirva para poder movilizarse en ambos sistemas…”, precisó.
Y acotó: “desde que se planificó la construcción del tranvía, incluso antes de 2012 se dijo que este sería la columna vertebral del transporte público en Cuenca, pero creo que esto solo se quedó en la planificación…”, indicó.
A criterio de Saravia la mejor manera de reducir el uso del vehículo particular en Cuenca es precisamente mejorar las condiciones del transporte público.