Desde la infancia, al llegar este mes, mucha gente repetía “abril aguas mil”, dada la importancia de la agricultura que requiere procesos climáticos ordenados. Con acierto, se habla ahora, de “abril artes mil” considerando que en este mes conmemoramos la fundación española de nuestra ciudad. Muy importante para su celebración es la promoción e incentivación de actividades artísticas para que los cuencanos y turistas visitantes engrandezcan sus espíritus involucrándose en los actos, aunque sea como simples observadores. Que sepamos, los seres humanos somos los únicos integrantes del mundo animal con capacidad de descubrir belleza, disfrutarla e incentivar su creatividad.
Al igual que en cultura, el término arte tiene diversos sentidos y las interpretaciones de estas manifestaciones humanas son múltiples. Desde hace algún tiempo se ha consolidado esta palabra para referirse a expresiones de la creatividad humana que, sin los propósitos utilitarios de la tecnología, se empeña en expresar belleza o intensificar las emociones del público, mediante obras en diferentes campos materiales y no materiales. Una pintura o escultura son tan obras de arte como un poema o una sinfonía, estando en los primeros casos presentes elementos materiales captados por la vista, y en los segundos la captación directa mediante la razón, lo que demuestra las múltiples dimensiones de nuestra aproximación a la realidad.
El DRAE, se refiere a arte como la facultad, disposición y aptitud para realizar algo con eficiencia y en algunos casos se habla del arte culinario o el arte de la guerra que de alguna manera se alejan del componente belleza. En la decisión municipal el término arte se vincula a lo estético. La utilidad y la belleza se complementan en las artesanías con frecuencia. Sus creadores añaden a la eficiencia práctica belleza. Los seres humanos anhelamos disfrutar de lo bello para lo que no es indispensable asistir a exposiciones sino contar con objetos útiles que contengan este componente.