La literatura ecuatoriana está dando de qué hablar. Muchos comentan de un “boom literario” en el país. Otros dicen que siempre hubo libros, pero que no tuvieron la atención mediática que han tenido las obras escritas en los últimos cinco años en el Ecuador.
Lo cierto es que, quienes están representando al país en el exterior son mujeres. Y ese gran talento que evidencian es algo a destacar hoy que se celebra el Día Internacional del Libro.
Mónica Ojeda, María Fernanda Ampuero, Natalia García y Camila Peña, quien se estrenó a principios de este año con un poemario que no puede faltar en los libreros, están en el grupo de escritoras que registran muy buenas críticas.
Ese posicionamiento en el exterior no ha sido producto del azar. Como argumentos están sus libros que dejan constancia de distintas realidades, distintas vivencias, distintos espacios por donde pasaron para llegar a ser lo que hoy son.
“Todas esas luchas que parece que pasaron hace mucho tiempo hacen que todo vaya cambiando. También el trabajo de editores que empezaron a dar este sitio a las mujeres, este sitio que estaba opacado. Todavía hay limitaciones en los premios, pero creo que se ha avanzado muchísimo gracias a ese trabajo que se ha hecho”, dijo Natalia García.
La cuencana, que escribió “Nuestra piel muerta”, ha sido una de las escritoras que más repercusión ha tenido fuera del Ecuador. Su voz y sus letras se mantienen, lo que ha permitido que la literatura del país y de la ciudad estén en el mapa de la literatura mundial.
A García se suma Mónica Ojeda, quien desde hace algunos días figura en la lista de los 25 mejores escritores jóvenes que escriben en lengua castellana, de la revista británica Granta. Con la selección de la escritora guayaquileña que vive en España, Ecuador apareció en ese amplio espacio que tiene la literatura.
Dar cabida
La poeta y periodista Isabel Aguilar no quiere creer que haya un boom de la literatura escrita por mujeres. Lo que cree es que las escritoras siempre estuvieron allí escribiendo, protestando y buscando las maneras de ser tomadas en cuenta.
“Lo distinto es que los medios les dan más espacio porque publican en otro lado. Por supuesto que es maravilloso. A mí me apena que tenga que venir otro continente, como Europa, a mostrarte lo que vos has tenido toda la vida en este país, en esta ciudad”, aseguró Aguilar.
Entonces, si las mujeres estuvieron escribiendo, ¿qué pasó?. Para la poeta no hubo espacios, y principalmente no se ha tomado en serio a la literatura ni a la cultura por parte del Estado.
“No podemos seguir diciendo que el ecuatoriano no lee, que el ecuatoriano es el ocioso, cuando el Estado no está dando una apertura y cuando no le muestras que tanto la cultura como la lectura son importantes y esenciales para su vida”, agregó Aguilar.
Espacios y políticas
Para Natalia García, la lucha no solo por la equidad de género sino por seguir visibilizando a todos los escritores del Ecuador debe continuar a través de comunidades que impulsen el trabajo artístico.
“Creo que debemos unirnos entre escritores, crear comunidades. Creo que debemos empezar a trabajar en redes. Hay que aprovechar a los actores que están saliendo. Hay un montón de escritores y escritoras que podemos unirnos para organizar cosas”, dijo García.
Por su parte, Isabel Aguilar piensa que es necesario que la población valore al sector cultural, y aquello se logra, según la poeta, a través de políticas públicas que generen un vínculo con los artistas.
“Lo primero es acercar la cultura al ciudadano común para que así asimile lo importante que es comprar un libro, lo que hace el libro, lo que te permite el libro”, dijo Aguilar. (I)