Los retos de la ministra de Educación, María Brown

María Brown Pérez será la nueva ministra de Educación desde este lunes 24 de mayo. Brown, que trabajó en los programas educativos de la UNESCO, ya presentó algunas propuestas para los primeros 100 días de trabajo.

El 19 de mayo, a través de su cuenta personal de Twitter, Brown se refirió a cinco objetivos: reactivación de las instituciones educativas; fortalecimiento del enfoque inclusivo; flexibilidad de las modalidades del sistema nacional de educación; dotación de herramientas tecnológicas; y la reforma de la normativa para incrementar la eficiencia administrativa del Ministerio.

Brown detalló las propuestas de una de las metas más complejas que tendrá su cartera de Estado: poner en funcionamiento las instituciones educativas en medio de la pandemia.

Según la próxima ministra, para la reactivación de los centros de enseñanza se necesita brigadas nacionales que realicen un diagnóstico de la situación de los estudiantes del sistema educativo fiscal, del retorno progresivo y voluntario de los estudiantes a las aulas, y un plan de reinserción y nivelación de los estudiantes que están fuera del sistema educativo.

Las propuestas de Brown tienen una estrecha relación con las recomendaciones que ha hecho la UNICEF en los últimos meses a Ecuador: reabrir las escuelas porque la deserción escolar continúa en aumento y los estudiantes están aprendiendo menos debido a que no tienen los equipos tecnológicos para seguir con las clases en línea.

Desafíos

Para Caroline Ávila, rectora de la Unidad Educativa CEBCI, el Ministerio de Educación tendrá un reto grande, ya que hay varias situaciones que se desencadenaron una vez que se declaró la emergencia sanitaria en el país y se suspendieron las clases presenciales.

Entre las problemáticas, según la rectora, está la violencia intrafamiliar, la falta de conectividad para estudiar y las brechas de conocimiento que se profundizarán aún más entre los estudiantes de las zonas rurales y urbanas.

“Lamentablemente son brechas que se van a profundizar. Eso es doloroso, pero es una verdad. Por eso precisamente la urgencia de retomar este espacio de trabajo con los docentes y con las familias”, dijo Ávila a diario El Mercurio.

Según Tabita Arroyo, tutora de un programa de inclusión educativa, también es un reto disminuir las brechas, porque muchas familias no tienen los recursos. Ante esa realidad, Arroyo cree que el Ministerio de Educación debe afrontar el reto de mantener en el sistema educativo a los estudiantes afectados por la pandemia.

Clases suspendidas


A pesar de las realidades que mencionan los docentes y la UNICEF, el 20 de mayo el Comité de Operaciones de Emergencia nacional decidió que las clases deben mantenerse de manera virtual, ya que la situación sanitaria todavía no permite el retorno a las clases presenciales, según los análisis del COE.

Hasta principios de este año, el COE y el Ministerio de Educación dieron permiso a 1.030 centros educativos para que vuelvan a recibir estudiantes; pero con el recrudecimiento de la pandemia se suspendieron las autorizaciones.

Ahora serán las nuevas autoridades del gobierno de Guillermo Lasso quienes decidan si mantienen las restricciones o se da paso a la reapertura de las unidades educativas. (AWM)-(I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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