El expresidente de Uruguay José Mujica destacó que el candidato a la Presidencia de Perú Pedro Castillo (izquierda) está «lleno de esperanza», pero le pidió no caer en el autoritarismo.
En una conversación entre ambos transmitida en redes sociales, Mujica aseguró que se ha dado cuenta que de Castillo compite en desigualdad de condiciones con su rival, la derechista Keiko Fujimori, hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).
«No tienes los recursos económicos, donde se crean campañas de miedo para asustar a la pobre gente», dijo Mujica a Castillo sobre las millonarias campañas de miedo al comunismo que se han lanzado contra el candidato del izquierdista partido Perú Libre.
Así respondió el exmandatario uruguayo cuando Castillo le contó que es objeto de «una guerra» donde dicen de él que va a quitar a la gente sus casas, sus terrenos y sus ahorros.
«Es una lucha política desigual», afirmó Castillo, maestro en una escuela rural de los Andes, que cree que todavía vivió situaciones peores cuando lideró una huelga del magisterio por más de tres meses en 2017.
SIN RENCORES
Al respecto, Mujica contestó que conoce la dureza de la «lucha electoral», pero le pidió a Castillo que el rencor no se le acumule en el corazón, «porque el odio es ciego y lo único que hace es hacernos perder la libertad».
«Sé que las campañas electorales son muy duras. Se dicen disparates y hay heridas, pero en cuanto pasen las elecciones hay que poner cataplasma a las heridas y hay que levantar un proyecto nacional que trate de unificar en todo lo que pueda a tu Perú con el resto de América», apuntó Mujica.
«Me doy cuenta de que estás lleno de esperanza y vas a tener dolores cabeza y noches de soledad, porque no es sencillo ni fácil torcer el mundo de la realidad a favor de los más débiles. Es un arduo combate permanente, pero no caigas en el autoritarismo», añadió.
El expresidente uruguayo recomendó al candidato peruano que apueste al corazón del pueblo y que reconozca los errores sin reparos.
«Cuando te equivoques, ten la honradez de decirlo sencillamente. Juégale limpio a tu pueblo, y cuando las fuerzas no te dan porque no tienes los recursos, háblale la verdad al corazón, porque lo más importante que hay es la confianza del pueblo y es muy fácil perderla», apuntó Mujica.
EL PRAGMATISMO DE CASTILLO
Castillo se declaró «hijo» de Mujica al definirse como un «maestro de escuela rural» que tiene al alcance la Presidencia de Perú «por una sola causa», enmarcada en su país y en su pueblo.
«Por querer hacer un desarrollo de abajo hacia arriba, siempre nos han querido callar, pero hoy el pueblo ha despertado y se ha levantado en este mundo digitalizado. En cada región y pueblo hay hombres y mujeres clamando justicia», relató Castillo, que defiende una Asamblea Constituyente y nacionalización de recursos naturales.
«Por muchos años, en el Perú políticamente ha habido posturas que pensaban que la ideología solamente salvaba al pueblo, y eso es falso. Ante un dolor de barriga, ¿de qué sirve la derecha o la izquierda? Más allá de la ideología, hay que pensar en el pueblo, en el país y en esas familias que no tienen nada», añadió.
RESPETO AL MERCADO
Sobre ese aspecto, Mujica precisó que no le pide al mercado que se haga cargo de los dolores de la gente, porque «sería como pedirle tomates a una higuera».
«El mercado es importante y tiene que funcionar. No hay que atropellarlo, pero el Estado tiene que construir bienes públicos porque se tiene que encargar de los que van quedando rezagados, y tenemos un mercado gigantesco que son los pobres de América Latina», reflexionó Mujica.
«Espero que el pueblo te acompañe y te comprenda, pero recuerda no tendrás el poder. Vas a tener un pedacito de la gestión. Tendrás que pelear por ensanchar esa parte», concluyó.
A la segunda vuelta presidencial programada para este domingo 6 de junio están convocados a las urnas más de 25 millones de peruanos para elegir a la persona que gobernará Perú los próximos cinco años, y que asumirá las riendas del país el mismo día que se conmemoran los 200 años de la independencia. EFE