La Unión Europea (UE) lanzó su nuevo programa espacial, dotado con 17.600 millones de dólares para los próximos siete años, con el que busca reducir su dependencia en un sector liderado por Estados Unidos y China.
«Veo el futuro de la industria espacial europea como una combinación de fuerte liderazgo institucional y un nuevo enfoque que evidentemente, no sea una mera copia de Estados Unidos», dijo el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, durante la ceremonia de presentación del nuevo programa.
El sector aeroespacial está experimentando «un descenso del precio comercial» del lanzamiento de cohetes, «debido -y todos lo sabemos- a subsidios gubernamentales masivos», dijo Breton en referencia a China, sin mencionarla explícitamente.
INVERSIÓN EN EE.UU. Y CHINA
Sí lo hizo, en cambio, el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher, al evidenciar que Washington y Pekín invierten una mayor cantidad de dinero en la carrera espacial.
«China y Estados Unidos son precisamente a quienes tenemos que mirar», aseguró Aschbacher.
«Todos sabemos que en EE.UU., el gasto público es cinco, seis, siete veces mayor que en Europa», subrayó el director de la ESA, y recordó que en 2019, el sector privado de ese país invirtió 5.000 millones de dólares.
En cambio, las empresas emergentes europeas destinaron 223 millones de dólares, «una fracción» de lo invertido en EE.UU., dijo Aschbacher.
Y respecto a China, «aunque es un poco más difícil de medir, vemos cómo está invirtiendo enormemente en el espacio», dijo, recordando que Pekín lanzó en abril el primer módulo de su futura estación espacial, que espera tener operativa en 2022.
RUMBO EUROPEO
«Es un logro (…) que me hace reflexionar qué es lo que quiere conseguir Europa y hacia dónde quiere ir», planteó el director general de la Agencia Espacial Europea.
«¿Quiere Europa tener solo un puesto al lado de EE.UU., con Rusia, posiblemente los chinos, quizás en el futuro con la India o queremos tener nuestras propias capacidades?», se preguntó Aschbacher.
No obstante, quiso dejar claro que «no se trata solo del (lanzamiento) de cohetes o los viajes espaciales. En el espacio hay mucho más, que afecta a todos los aspectos de nuestra vida».
En este sentido, el director de la ESA mencionó los proyectos de Galileo -el sistema de navegación europeo que compite con el GPS estadounidense- y de Copernicus -el programa europeo de observación de la Tierra-.
También Breton se refirió a estos dos «proyectos de éxito», una infraestructura que la UE tiene que «modernizar» para «anticiparse a las demandas y mirar a diez y veinte años» vista.
La UE lanzará en 2024 la segunda generación de satélites para Galileo, con la que espera obtener un verdadero avance tecnológico con satélites y tecnologías innovadoras», explicó el comisario europeo, tales como antenas digitales, enlaces intersatelitales o relojes atómicos.
Respecto a Copernicus, Breton dijo que en el futuro se tendrá que adaptar a «nuevas competencias en el campo de la observación sanitaria».
Para este nuevo programa espacial, Bruselas ha destinado su mayor presupuesto hasta la fecha, en un sector que aporta más de 250.000 puestos de trabajo, según datos proporcionados por la Comisión Europea, y que es clave en áreas como el 5G o la inteligencia artificial.
«Los sistemas espaciales se han convertido en uno de los mayores recursos estratégicos para Europa y los ciudadanos europeos para conseguir nuestro objetivo de transición ecológica y digital», dijo el ministro portugués de Ciencia, Tecnología y Educación Superior, Manuel Heitor, cuyo país preside este semestre la presidencia rotatoria de la UE. EFE