Muchas de las trágicas muertes de niños olvidados en vehículos a altas temperaturas en Florida (EE.UU.) podrán evitarse con una nueva ley estatal que obligará a los jardines de infancia a instalar una alarma acústica en las furgonetas de transporte que avisan si queda alguien dentro.
Dejar a un niño dentro de un vehículo es una situación de muy alto riesgo que solo en Estados Unidos ha dejado desde 1998 hasta hoy un total de 887 menores muertos por un golpe de calor (hipertermia), una media anual de 38 fallecidos, según datos de la organización No Heat Stroke.
Florida es el segundo estado de EE.UU. con mayor número de muertes infantiles en vehículos por golpes de calor en las últimas dos décadas, según KidsAndCars.org, y casos como el del niño Myles Hill, de 3 años, fallecido en 2017 en esas circunstancias, se repiten cada cierto tiempo y causan conmoción en la comunidad y las autoridades.
Hill fue hallado muerto en el interior de una camioneta del jardín de infancia Little Miracle Academy, después de que su abuela, alarmada porque el niño no fue traído de regreso a casa, llamó a la guardería y a la línea de emergencia 911.
La conductora recogió al niño en la casa de su abuela en la mañana de un lunes, pero no se percató de que el menor todavía se hallaba en el interior del vehículo, en la parte trasera, cuando dejó al resto de los niños en la entrada de la guardería infantil.
A continuación, la mujer condujo la camioneta en dirección a otra ubicación de este centro en la ciudad, donde estacionó para el resto del día (unas siete horas), lo que ocasionó la muerte del niño por un golpe de calor.
UNA LEY QUE TUVO QUE ESPERAR DESDE 2017
El temor de que algo parecido les suceda a sus pequeños que sienten muchas familias que envían a sus hijos a las guarderías pueden acabar de una vez con la nueva «Ley de alarma de seguridad para niños» (SB 252), impulsada por la senadora demócrata Linda Stewart y el representante Ben Diamond y firmada esta semana por el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis.
«Estoy agradecida de que esta significativa legislación finalmente se haya convertido en ley», dijo Stewart, quien durante años ha abogado por un proyecto de ley como la SB 252.
Stewart explicó el profundo desaliento que le causaba, tras una sesión de debate en el Congreso estatal, regresar a casa y «escuchar las tragedias de niños que mueren porque alguien no revisó el vehículo dos veces».
De hecho, la senadora presentó el proyecto de ley por primera vez en 2017, a raíz de la muerte de Myles Hill en Orlando (centro de Florida), tras una versión previa elaborada en 2011 por otros dos senadores tras el fallecimiento en agosto de 2010 por un golpe de calor de la niña de 2 años Haile Brockington.
La niña murió después de permanecer en una camioneta de la guardería más de seis horas.
Según los documentos de la policía, la conductora de la furgoneta no se percató, después de bajar los niños del vehículo y aparcar en otro lugar, de que Brockington permanecía a bordo.
Fue un niño de otro grupo quien descubrió a Brockington en el interior de la furgoneta horas más tarde, ya muerta.
Al parecer, la conductora se olvidó ese día de contar los niños que recogió de sus hogares y trasladó en la furgoneta al jardín de infancia, como es su labor.
El Departamento de Salud del estado exige que los conductores de vehículos que transportan niños lleven un listado con los menores que transportan y anoten las horas de recogida y salida.
Stewart está convencida de que esta ley «ayudará a poner fin a estos terribles accidentes» y brindará «tranquilidad a las familias al saber que sus hijos están a salvo», señaló en un comunicado.
LA SOLUCIÓN: UNA ALARMA ACÚSTICA
La ley SB 252 requiere a los jardines de infancia que instalen una alarma de seguridad en los vehículos utilizados para transportar a los niños, un dispositivo que alerte al conductor para que verifique si quedan niños a bordo, tras finalizar el viaje.
«Estamos seguro de que esta nueva ley va a evitar trágicos accidentes y salvar vidas de niños que puedan quedarse dentro de las furgonetas», dijo Dustin Paulson, asistente de la legisladora por Orlando.
Paulson indicó que existen en el mercado una amplia gama de dispositivos que alertan a los conductores mediante una señal acústica. El más simple, dijo, es una «alarma colocada en la parte trasera de la furgoneta que se activa en el momento en que el conductor apaga el motor del vehículo».
Por lo que el conductor se ve obligado a acercarse a la parte trasera de la furgoneta para apagar manualmente el dispositivo, explicó.
En lo que va de año han fallecido en Estados Unidos 4 niños por haber quedado dentro de un coche al sol, y en 2019 murieron 25 por las mismas causas.
Y más de la mitad de las muertes (54 %) en el período 1998-2020 fueron de niños menores de 2 años, con un 52,9 % del total de los fallecidos por negligencia u olvido de sus supervisores, recogió No Heat Stroke.
«Todas estas muertes podrían haberse evitado», enfatiza el reporte. EFE