En el marco de la campaña denominada: “Una vez al año, no hace daño”, Hugo López Ramos, urólogo y epidemiólogo clínico, informó que uno de cada siete hombres va a ser diagnosticado con cáncer de próstata”.
No obstante, señala que si el diagnóstico se hace de forma temprana, la posibilidad de curación es mayor al 95%.
Asimismo, hace referencia que en los hombres mayores de 50 años, el problema más común de la próstata es su agrandamiento, según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales. Esta afección también se conoce como Hiperplasia Prostática Benigna (HPB).
De su lado, Juan Carlos Vélez Román, especialista en urología y profesor universitario, en relación al chequeo prostático, sostiene que la frecuencia de estos chequeos se ajusta a cada paciente según sus factores de riesgo y el resultado de sus pruebas de laboratorio, pero se podría decir que entre 1 y 3 años.
La patología de próstata es uno de los motivos de consulta más frecuentes en medicina familiar y urología, por ello es importante reconocer los principales datos clínicos. Si la próstata se agranda demasiado, puede causar varios problemas de salud.
Vélez sostiene que el diagnóstico de HPB se da inicialmente basado en la sospecha por los síntomas del tracto urinario inferior, como, por ejemplo: disminución del calibre del chorro urinario, esfuerzos para orinar, sensación de no haber terminado de orinar, aumento en la frecuencia o imposibilidad para la micción, entre otros.
De presentarse lo anterior, se debe realizar la palpación de la próstata a través del tacto rectal, seguido de exámenes clínicos.
Vélez llama la atención sobre los beneficios de ir periódicamente al urólogo, pues un diagnóstico temprano no sólo es primordial para detectar el cáncer de próstata sino entender que existen otras patologías urológicas, algunas de ellas que cursan de manera silente y donde el diagnóstico oportuno puede evitar complicaciones o incluso mejorar la calidad de vida de las personas. (I)
