El conflicto entre productores de hojas de coca de la zona boliviana de los Yungas de La Paz se agudizó este martes en una jornada de violencia entre bandos enfrentados por la dirigencia del sector que se saldó con periodistas heridos y detenidos, además de denuncias de excesos por parte de la Policía.
El problema se dio porque dos sectores de cocaleros identificados como afines al gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y un tercero del dirigente crítico al Gobierno Armin Lluta disputan la presidencia de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz.
En la víspera, el dirigente Arnold Alanes se proclamó como principal dirigente de Adepcoca, pese al rechazo de las facciones lideradas por Lluta y Fernando Calle.
Alanes dijo este lunes a los medios que su presidencia es legítima y aseguró que se va a «despolitizar» a Adepcoca, si bien sus detractores le señalan de ser afín al oficialismo y ha sido reconocido como dirigente por las autoridades nacionales.
Este dirigente pudo tomar control de la sede de Adepcoca, donde también funciona el mercado legal para la comercialización de hojas de coca en la zona paceña de Villa Fátima, con apoyo de la Policía que cargó con gases lacrimógenos contra un grupo de cocaleros del grupo de Lluta que se encontraba en vigilia desde hace meses en el lugar.
La defensora interina del Pueblo, Nadia Cruz, denunció que el conflicto dejó en la víspera tres heridos y 17 arrestados que luego fueron liberados y el saldo de esta jornada fueron cuatro cocaleros «con quemaduras e impactos, dos policías heridos y dos periodistas heridos por gases lacrimógenos y la detonación de artefactos explosivos».
Cruz también condenó «el uso indiscriminado de dinamita y gas lacrimógeno por parte de cocaleros» y policías que afectaron a un hospital cercano al lugar del conflicto.
DETALLES DEL CONFLICTO
Alanes fue supuestamente elegido el lunes por aclamación en un cuestionado congreso en medio de incidentes y silletazos tras el frustrado intento de desarrollar una elección, en tanto que los otros bloques instalaron vigilias y marcaron su repudio a esa determinación.
El grupo que lidera Calle desconoció la elección de Alanes y aseguró que el nuevo presidente de la institución es su representante.
Por su parte, el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) denunció que Armin Lluta fue víctima de «secuestro y tortura» después de que se difundieran unas fotos del dirigente golpeado y ensangrentado.
Lluta fue hallado en las afueras de la ciudad y fue trasladado a un hospital en Villa Fátima, aunque después se supo que abandonó el centro de salud cuando comenzó la intervención policial y actualmente se desconoce su paradero.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, sostuvo que no se ha registrado denuncia alguna sobre la desaparición de Lluta, según un comunicado de su despacho.
«Si hubiera existido un hecho de violencia en contra de este ciudadano o cualquier otro ciudadano será investigado por las autoridades correspondientes», manifestó.
El conflicto entre los cocaleros de los Yungas afines y detractores del oficialismo se remonta a 2019, cuando una facción eligió a Elena Flores, dirigente avalada por el MAS.
Un año después, un bloque de productores de coca llegó a la sede el mercado de la coca en La Paz y eligió a Lluta como su máximo representante y desconoció a Flores, que luego presentó un recurso ante la justicia que salió a su favor.
El mercado de Adepcoca en La Paz y el de Sacaba en Cochabamba son los dos únicos reconocidos por una ley que rige el comercio de la hoja de coca, que en Bolivia tiene usos tradicionales y medicinales, pero una parte también se desvía al narcotráfico para la producción de cocaína. EFE