La pugna entre los sectores centrista e izquierdista del Partido Demócrata forzaron a la presidenta de la Cámara Baja de EE.UU., Nancy Pelosi, a aplazar la aprobación del plan de infraestructuras de 1 billón de dólares impulsado por el Gobierno de Joe Biden.
El plan, que fue aprobado en el Senado hace semanas con apoyo de los dos partidos, es una de las dos patas de la agenda económica de Biden y consiste en la reconstrucción de carreteras y puentes.
La otra pata, que solo cuenta con el apoyo de la mayoría de los demócratas y aún no ha sido aprobada por ninguna de las cámaras, busca expandir los programas sociales, combatir la crisis climática y subir los impuestos a grandes empresas y ricos.
La Casa Blanca y el sector izquierdista quieren que el coste de esta segunda pata sea de 3,5 billones de dólares, aunque probablemente termine siendo menor.
Para contentar a su sector centrista, más interesado en el plan de infraestructuras, Pelosi programó para este jueves su aprobación en la Cámara Baja.
Pero el sector izquierdista, ante el temor de que el plan de 3,5 billones quedara arrinconado, avisó de que si no se impulsaban los dos a la vez, se opondrían al primero.
Aupados por el senador Bernie Sanders, los 97 congresistas del llamado «caucus progresista» se mantuvieron firmes y forzaron a Pelosi a suspender poco antes de la medianoche y tras horas de negociaciones la votación de este jueves para que el plan de Biden no saliera derrotado en una Cámara Baja de mayoría demócrata.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en un comunicado que el acuerdo «está más cerca que nunca»: «Se ha avanzado mucho esta semana (…) pero todavía no estamos ahí, por lo que necesitaremos algo más de tiempo para terminar el trabajo».
Biden suspendió parte de su agenda esta semana y dedicó casi todo su tiempo a impulsar sin éxito un acuerdo entre los demócratas.
Uno de los dos senadores demócratas que se opone al plan de 3,5 billones y cuyo voto es necesario para la aprobación, Joe Manchin, afirmó esta noche a periodistas que él y sus compañeros están negociando «de buena fe» y que lo seguirán haciendo.
Manchin ha dicho que tan solo apoyaría un plan de 1,5 billones de dólares.
Sin embargo, el golpe encima de la mesa del sector izquierdista pareció abrir una brecha dentro de partido.
«Esto es un abuso de confianza del que no sé si este ‘caucus’ podrá recuperarse», aseguró la congresista centrista Kathleen Rice.
Los progresistas, por su lado, recordaron que solo están defendiendo la agenda de Biden y el programa electoral con el que ganaron las elecciones de noviembre pasado. EFE