Desde la mañana del miércoles 6 de octubre del 2021, el asambleísta Ecknner Recalde se declaró independiente y presentó su desafiliación de la Izquierda Democrática (ID), partido con el que llegó a la Asamblea Nacional, lo que implica que se separa de ese bloque legislativo.
Su decisión se debe a las denuncias presentadas en su contra por sus propios compañeros de bancada que le acusan del delito de concusión o cobro de “diezmos” a sus colaboradores. Las denuncias se presentaron ante la Fiscalía, ante el Comité de Ética de la Asamblea y ante la Comisión de Disciplina del partido.
Recalde aseguró que no permitirá que su nombre sea mancillado o pisoteado por sus colegas de bancada, a quienes acusa de no haberle permitido el derecho a la defensa o al debido proceso. “Quieren vincularme a un proceso que no tiene pies ni cabeza. Por la honra de mi familia, por la honra de mis hijos, y de mi madre, no puedo seguir en el partido político”, manifestó.
A los dirigentes nacionales del partido les calificó de oportunistas que mantienen secuestrado a la Izquierda Democrática. Guillermo Herrera, presidente de la ID, a través de un comunicado público, aseguró que las decisiones tomadas por Recalde obedecen a que tiene temor a la sanción que está en análisis luego de las denuncias presentadas. Herrera manifestó que se ha garantizado el debido proceso ya que la denuncia está en la fase de práctica de pruebas, y a la espera de la audiencia final.
A pesar de las denuncias, la Comisión de Disciplina de la Izquierda Democrática decidió no expulsar al asambleísta ya que no encontraron casuales para hacerlo. Con esta desafiliación el bloque se queda con 14 legisladores de 18 que obtuvo en las urnas.
Desde que se eligió a la nueva Asamblea al menos 12 asambleístas se han separado de los bloques por los que fueron electos o han sido expulsados de los partidos o movimientos políticos.
Para el analista Roger Celi, coordinador del Observatorio Legislativo, esta práctica afecta a la representación de los ciudadanos en el Parlamento, ya que al no figurar como parte de un movimiento político ese voto como legislador quedaría suelto.
“Con esto se promueve mayorías móviles, que es un elemento que abona a la posibilidad de compra y venta de votos que suma elementos para la corrupción”, explicó. A estos cambios se los denomina transfuguismo político, comúnmente conocidos como “camisetazo”.
Camisetazo permanente
El alejarse de las bancadas o partidos políticos con los que llegaron a la Asamblea ha sido una práctica común en lo que va de este corto periodo legislativo. A esto se añadió un fenómeno adicional que fue la desafiliación de partido auspiciante aun antes de posesionarse como asambleístas.
César Rohón anunció su separación de Partido Social Cristiano (PSC) el día que asumió su curul. Lo mismo ocurrió con los asambleístas de la Izquierda Democrática Eitel Zambrano y Amanda Ortiz. De ese partido fue expulsada Bella Jiménez acusada de corrupción. De UNES se separaron Francisco León y Vanesa Freire; de Pachakutik, Bruno Segovia y Omar Cevallos.
