¡De terror!, las imprudentes, irresponsables y poco reflexivas declaraciones de la señora Viteri y el consecuente envío de un proyecto de Ley para el porte libre de armas. ¡De terror!, la difusión de un revelador reportaje sobre el entrenamiento a fuerzas especiales porque “no se pude descartar que grupos insurgentes estén infiltrados en la población”, al tiempo de declarar Estado de Excepción en todo el territorio nacional, con el apoyo y beneplácito del Secretario de Estado de los EE.UU. justo el día en que organizaciones sindicales y movimientos sociales anuncian marchas para rechazar la política económica del Gobierno. ¡De terror! la construcción del discurso oficial para señalar que las amenazas están en casa y pretenda vincular el derecho a la resistencia y a la protesta social con terrorismo, violencia o delincuencia mientras las autoridades, perdidas y sin estrategias claras para la romper la evidente existencia de una “administración paralela” en los centros penitenciarios tampoco, dan respuestas estructurales a la profunda crisis económica que da cuenta de incremento diario de millones de pobres en el país. (O)
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