Jorge Sebastián Yunda, hijo del exalcalde de Quito Jorge Yunda, fue localizado en Argentina por la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol, por sus siglas en inglés), pero su extradición a Ecuador podría llevar varias semanas, según señaló el Ministerio de Gobierno.
En primer lugar, el juez ponente del caso, es decir Máximo Ortega, magistrado de la Corte Provincial de Pichincha, debe solicitar al presidente de la Corte Nacional de Justicia, Iván Saquicela, que asuma el proceso y lo ejecute junto con sus pares argentinos, de los cuales deberá recibir colaboración para agilizar el trámite.
Sebastián Yunda está acusado del delito de delincuencia organizada, por el cual es procesado junto con otras siete personas, a las cuales la Fiscalía acusa de haberse beneficiado de la posición de poder que tenía el exalcalde para realizar contratos por los cuales habrían recibido coimas.
El proceso en contra de Sebastián Yunda inició tras la incautación de su celular en uno de los allanamientos que se realizaron a la casa de su padre por la investigación que se le sigue al exalcalde por irregularidades en la compra de pruebas para detectar la covid-19.
Inicialmente el hijo del exburgomaestre de la capital recibió como medida alternativa la presentación periódica ante la justicia, pero al no cumplir con la disposición del juez Ortega, este estableció la prisión preventiva y el pasado 20 de octubre solicitó a la Interpol que emita la difusión roja para que se proceda con su búsqueda.
Según el Ministerio de Gobierno, Yunda fue buscado en 194 países, inicialmente se tuvo el reporte de que abandonó Ecuador desde el aeropuerto José Joaquín de Olmedo, de Guayaquil, en un vuelo de la aerolínea Copa con destino a Panamá, el 21 de marzo pasado, y luego Interpol comunicó que se registró su ingreso a Bolivia.
El exalcalde Jorge Yunda, quien cuando ejercía el cargo había señalado que no pondría las manos al fuego por nadie, incluido su hijo, cambió de discurso y ahora señaló que el proceso contra su primogénito es fruto de una persecución en su contra y afirmó que su hijo “no se ha robado ni un centavo”.
