El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió en que es prioritario que las vacunas anticovid lleguen a poblaciones que aún no han recibido la primera pauta, antes que suministrar dosis de refuerzo en países con altas tasas de inmunización.
«La OMS no está en contra de las dosis de refuerzo, pero sí estamos contra la desigualdad», señaló en rueda de prensa, ante el creciente número de países que han comenzado a dar estas dosis a toda su población adulta en respuesta al aumento de casos y a la alarma por la nueva variante ómicron, más contagiosa que las anteriores.
Tedros advirtió de que estas campañas se están lanzando «incluso aunque no hay todavía evidencias sobre la efectividad de las dosis de refuerzo contra la nueva variante» y subrayó que estas medidas pueden repetir los problemas de acumulación excesiva de vacunas en determinados países mientras en otros no llegan estos fármacos.
El experto admitió que las vacunas de refuerzo (hacia las que la OMS ha pedido una moratoria hasta finales de año) «pueden desempeñar un papel importante para personas en riesgo de contraer formas graves o letales de COVID-19», pero subrayó que la principal preocupación de su agencia ahora es «salvar vidas en todo el mundo».
«Administrar vacunas de refuerzo a grupos que no corren riesgo de contraer una COVID-19 grave pone en peligro las vidas de aquellos en peligro que aún esperan su primera dosis», afirmó.
Tedros recordó que cerca de un centenar de países en el planeta aún no han alcanzado el 40 por ciento de su población vacunada contra la COVID-19, un porcentaje que la OMS esperaba alcanzar antes de finales de año en todos los territorios, para lograr el 70 % a mediados de 2022. EFE