El fuerte temporal invernal y la falta de mantenimiento están afectando algunas vías que son de competencia de la Municipalidad de Cuenca, Prefectura y Ministerio de Obras Públicas.
Este medio de comunicación realizó un recorrido, tras las quejas de nuestros lectores, para constatar el mal estado de algunas vías y las penurias que deben pasar diariamente los habitantes de dichos sectores y usuarios de las mismas.
La carpeta asfáltica de la Panamericana Norte, desde el redondel de las Muñecas de Piedra hasta el kilómetro 13, no se encuentra en buenas condiciones, a pesar de que últimamente se cumplieron trabajos de bacheo.
Conductores de vehículos livianos y pesados realizan peligrosas maniobras para esquivar los huecos. La calzada se encuentra en mal estado, a tal punto que cuando llueve el agua se estanca convirtiéndose en un auténtico peligro en zonas como la entrada a Challuabamba.
Además, se pudo observar que hace falta señalización vertical y horizontal, y que las cunetas no están limpias.
Fabiola Ávila tiene una tienda en el sector del cuartel Dávalos desde hace 10 años, pero toda la vida ha vivido en el sector.
Ella comenta que desde que tiene uso razón esta importante vía ha sido olvidada por los gobiernos seccionales de turno. “Son muchos años que se tiene olvidada la Panamericana Norte. Como se puede observar, es una vía muy transitada, pero lamentablemente estamos en el abandono”.
Ávila cuenta que debido al estado de la carretera se han producido una serie de accidentes porque los conductores tratan de esquivar los baches.
Otro problema se origina cuando llueve en la zona, ya que las aguas lluvias bajan desde el sector de La Merced y vienen arrastrando material que terminan en la Panamericana Norte, formando montículos de arena y tierra.
También habló de la necesidad de colocar semáforos, pues solamente están instalados en dicho recinto militar. “Niños y personas adultas deben sortear los carros para cruzar la calle”.
“Quisiera pedir a las autoridades de turno que tomen cartas en el asunto sobre estos temas puntuales”, añadió.
Al tomar la vía a El Carmen de Sidcay para salir a Ricaurte se observa que la calzada está en mantenimiento, pero a medida que se avanza las obras están inconclusas. Aquí, los conductores también deben extremarse para evitar que sus vehículos caigan en los cortes rectángulos que han realizado en la carretera, pero que no han sido rellenados por el momento.
Desde Ricaurte se puede acceder a Ochoa León por San Miguel, pero no es recomendable porque la vía no se encuentra en buenas condiciones.
Jilda Romero, propietaria de una panadería del sector, comparte que “esta carretera es un mal que viene arrastrándose desde hace muchos años”.
Confiesa que cuando sale a comprar ingredientes para elaborar su producto le da mucha pena que su vehículo se golpee cada vez que inevitablemente cae en huecos que se encuentran en la vía. “Hace poco botaron un poco de tierra, pero otra vez se dañó la calzada. Cuando llueve hace mucho lodo, pero cuando hace sol, el polvo se vuelve insoportable”.
El barrio Pumayunga también clama por mantenimiento vial. Sus habitantes cada día sufren las consecuencias, tal como lo cuenta Alexandra Marín.
“La vía a Pumayunga se encuentra en mal estado. Más nos perjudica cuando sale el sol porque el lastre se asiente y provoca polvo, por lo que pido se considere colocar asfalto en esta carretera”.
“El barro como sea se aguanta, pero el polvo puede provocar enfermedades. Mis hijos, por ejemplo, tienen alergia y sufren mucho, principalmente cuando van y regresan de la escuela”, concluyó. (I)
