Una de los desafíos actuales en Ecuador es afrontar la violencia criminal y la inseguridad. Esto mientras grupos delictivos mantienen una pugna por el poder y control, especialmente en el narcotráfico y venta de droga, situación que ha desencadenado una ola de sicariatos y macabros crímenes, como muestras del nivel sanguinario o mensajes de advertencia de las agrupaciones delictivas.
Las autoridades reconocen que la forma actual de asesinar es una copia del extranjero, que no persigue otra cosa que amedrentar al Gobierno y mantener en zozobra a la ciudadanía.
De igual forma, la pandemia ha generado una crisis económica aguda y esto incrementa la violencia interpersonal, intrafamiliar y delincuencial, de manera que las autoridades han señalado que un plan de seguridad debe implicar acciones específicas en el financiamiento, para aumentar el empleo y para trabajar en las adicciones con las familias, ya que en gran parte es un problema de salud pública.
Con respecto al combate al narcotráfico, el Ministerio de Gobierno señala que este es un fenómeno de criminalidad complejo y que trasciende fronteras, por lo que se ejecuta el Plan Nacional de Seguridad, que uno de sus ejes consiste en enfocar el trabajo de la inteligencia que es fundamental para encontrar el mecanismo de la ruta del dinero, la ruta de la droga, las conexiones que existen entre los carteles internacionales y las bandas dentro del país.
Ecuador ha ejecutado convenios con las policías de Colombia, Perú y Estados Unidos, con el fin de mejorar los mecanismos de control a través de la tecnología, ya que la cooperación internacional es indispensable para enfrentar este problema que es regional. “Este es un proceso y debemos verlo a largo plazo.
El mes anterior, Alexandra Vela, ministra de Gobierno, detalló que no se puede dar detalles de los operativos, caso contrario estaría previniendo a los delincuentes, narcotraficantes, microtraficantes, bandas organizadas y a los autores de sicariatos. “Decir cómo, dónde y en qué momento la Policía Nacional, con el respaldo de las Fueras Armadas, y otras entidades del Estado, van a actuar no sería serio, ni inteligente”, advirtió.
En ese entonces, las autoridades calificaron de acto narcodelictivo al asesinato y posterior desmembramiento de una persona, en Machala. Esto se encuentra en investigación, al igual que el hecho ocurrido en el puente de la ciudad de Daule, donde fueron colgados los cuerpos de dos hombres asesinados.
Pero un hecho con esa magnitud de violencia volvió a suceder este mes. La madrugada del pasado 15 de marzo, un hombre de 36 años fue encontrado decapitado y colgado en un puente peatonal en el sector Unidos Venceremos, en el cantón La Troncal, provincia del Cañar.
El cuerpo fue divisado por transeúntes que avanzaban por la zona. Al inicio creyeron que se trataba de un muñeco colocado en el puente, pero luego confirmaron que se trataba de una persona asesinada. El espeluznante caso ha alarmado a la población.
Los informes de la Policía Nacional señalaron que el ahora fallecido registraba antecedentes por tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización en el lapso de los años 2009 y 2022.
Un parte policial especifica que el ahora fallecido fue detenido por última vez el 21 de febrero de 2022 para investigaciones por tenencia de arma de fuego y posterior a la audiencia de formulación de cargos quedó en libertad.
Esta semana, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal A.C. emitió la lista anual de las 50 ciudades consideradas como las más violentas en el mundo y Guayaquil ya figura en esta lista ocupando el último puesto. El Gobierno ha reconocido que la inseguridad ha incrementado y lo atribuye al narcotráfico.
Azuay
La violencia utilizada por grupos delictivos también ha llegado a la provincia del Azuay. De acuerdo con datos de la Fiscalía, en lo que va del año en esta provincia han sido cometidas 14 muertes violentas, de las cuales al menos seis fueron cometidas al estilo sicariato. Los autores propinaron varios disparos a las víctimas y luego fugaron. De los casos de sicariato, tres han sido cometidos en la ciudad de Cuenca.
Prevención de la violencia
El viceministro del Interior, Max Campos, en varias ocasiones ha señalado que es fundamental que los gobiernos locales cuenten con sus propios Consejos de Seguridad y Convivencia Ciudadana, para que generen política pública e inviertan en temas de prevención de la violencia, para que desde esa perspectiva aporten a la seguridad. Se debe trabajar mucho en prevención de violencia juvenil, porque en todas las repercusiones de delitos en temas de microtráfico están inmiscuidos los más jóvenes, y eso es algo a tener en consideración. También la problemática de los hogares, la violencia de género y el maltrato infantil.
Además, gran parte de la violencia tiene eco en las cárceles del país, no solo intramuros sino también al exterior, lo que tiene atemorizada a la sociedad por los hechos que se están viviendo, especialmente en las ciudades de la Costa, que están siendo utilizadas por los grupos narcocriminales para el traslado del alcaloide hacia otros países y el expendio de droga en diferentes ciudades. (I)
