La demanda de agua supera las reservas


Más de 2.000 millones de personas viven en países donde el requerimiento del líquido vital supera la cantidad disponible.

El agua cubre el 70% de la superficie de la Tierra. La cuestión es que solo el 2,5% es agua dulce y solo el 00,5% puede ser utilizado para el consumo de los seres humanos. Es decir, de los 1.386 millones de kilómetros cúbicos que se tiene en reservas de agua, el 97,5% es salada.

Bajo estas condiciones, casi las dos terceras partes de la población del planeta, sufre de grave escasez de agua durante un mes cada año. Esa es una de las alertas que hizo el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos.

La situación aún es más crítica cuando más de 2.000 millones de personas son de países afectados por altos índices de estrés hídrico (la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible). Según Naciones Unidas, el uso de los recursos hídricos tiene más impactos en la sostenibilidad y aumento de los conflictos entre los usuarios.

Este panorama complicado hace que la humanidad empiece a reaccionar como una muestra de preocupación por el desabastecimiento y la contaminación. Con acciones desde los gobiernos y organismos internacionales, se busca encontrar soluciones a la problemática, mediante mecanismos de seguridad hídrica, esta entendida como una gestión adecuada del agua.

El consumo se incrementa en todo el planeta a un ritmo del 1% cada año, desde la década de 1980. Este nivel de utilización se mantendrá hasta el 2050, aquello significa que será de 20 a 30% por sobre el nivel actual.

El Informe de Naciones Unidas indica que esto ocurre en especial por la creciente demanda en los países en desarrollo y las economías emergentes. Claro que el uso per cápita de estos está aún muy por debajo de los países desarrollados.

El sector más consumidor es el de la agricultura (incluidos el riego, la ganadería y la acuicultura), con un 69% de las extracciones anuales de agua a escala mundial. Asimismo, la industria (junto con la generación de energía) llega al 19% y los hogares, el 12%.

La calidad

El medioambiente se convierte en el depositorio de más del 80% de las aguas residuales sin ningún tratamiento. En esas condiciones, enfermedades como el cólera y la esquistosomiasis, que se relacionan con el agua, tienen su caldo de cultivo.
El mapeo mundial advierte que las cargas de nutrientes constituyen una de las formas más frecuentes de contaminación del agua. Además, la mayoría de emisiones de nutrientes se atribuye a la agricultura.

Impacto

Tres de cada diez personas (2.100 millones de personas, es decir el 29% de la población mundial) no tiene acceso a un servicio de agua potable que sea administrado de forma segura. Además, hasta hace seis años, 844 millones de habitantes carecía de un servicio básico que les abastezca del líquido vital.

Claro que todo depende de las regiones. En América del Norte y Europa, este servicio llegaba al 94%, mientras que solo el 24% en África Subsahariana. Aún más, según la ONU, solo uno de cada cinco países se encuentra en camino a alcanzar servicios básicos universales para el año 2023.

Si bien, América Latina y el Caribe cuentan con abundantes recursos hídricos, esa situación conlleva a una suerte de exceso de confianza en casi todos los países: el agua era considerada históricamente como un recurso sin límites para el desarrollo socioeconómico.

Más en la actualidad, los gobiernos de los países de esta región empezaron a reconocer la importancia de los servicios de agua potable y saneamiento como un factor vital para la protección de la salud de la población y la lucha contra la pobreza.


Más de 4.000 millones de personas sufren grave escasez de agua durante un mes al año.

Amazonía, la mayor reserva de agua dulce

La Amazonía es una de las reservas más grandes de agua dulce en el planeta. Según la organización Global Change Biology, los ecosistemas que almacenan este recurso natural cubre un área de más de un millón de kilómetros cuadrados, que incluso es el hábitat de una gran riqueza en biodiversidad.

Asimismo, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el Amazonas constituye el sistema fluvial más grande del mundo, con más de 100 000 km de ríos y corrientes de agua.

Dentro de este sistema fluvial, el río Amazonas es el más grande del planeta en cuanto a volumen de agua y fluye a través de 6 992 kilómetros. En su desembocadura, este afluente descarga alrededor de 6 700 km3 anuales de agua dulce en el Océano Atlántico, cerca del 20 % del caudal de los cursos superficiales de todo mundo.

Entre tanto, no todo el 2,5% de agua que es dulce (35 millones de metros cúbicos) es accesible para el ser humano. Pues, el 69,7% de agua dulce se encuentra congelada en los polos y en los glaciares. Aún más, el 30% está bajo tierra en acuíferos y 0,3% en ríos o lagos.

De allí que solo entre el 0,005 y el 0,007% esta disponible para la población, en embalses y más acuíferos. (I)

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