Ya sea porque memorizaron lo que los profesores les dijeron en las aulas, o, porque cada año se repite lo mismo, los detalles de cómo se desarrolló la famosa Batalla del Pichincha siempre han estado entre los ecuatorianos.
Sin embargo, hay algo mucho más macro que por lo general en la enseñanza del pasado no se toma en cuenta. Y, en este caso, la pelea que ocurrió un día como hoy, pero de hace doscientos años, es solo el clímax de una historia que empezó mucho antes de aquel 24 de mayo de 1822.
Se habla de Sucre, se habla del niño héroe, se habla de la cabalgata que partió de Samborondón para adentrarse en la sierra y llegar hasta Quito. Pero no se habla de lo que sucedió en cada uno de los espacios en donde el ejército libertario hizo una pausa en su caminar.
Por ejemplo, Cuenca se convirtió en un lugar clave para que la ansiada independencia de Quito se consolidara de una vez por todas, ya que aquella ciudad del primer cuarto del siglo XIX daría una importadora bienvenida, recordó la historiadora e investigadora Ana Luz Borrero.
“La entrada de Sucre a Cuenca, el 21 de febrero de 1822, permitió que Cuenca y su región lograran definitivamente su libertad. Es en Cuenca que el general Antonio José de Sucre (luego mariscal de Ayacucho), y bajo su mando la División Unida del Sur, se prepararán para la liberación de Quito”, escribió Borrero para diario El Mercurio.
Pero para la preparación que mencionó la historiadora, el ejército libertario necesitaba un aporte que solo se consiguió a través de la propia población de Cuenca y de la región, que entregó uniformes, armas, alimentos, instrumentos, banderas, caballos, mulas y dinero.
“Hay historiadores cuencanos que dicen que, si Cuenca no hubiera apoyado como apoyó a Sucre, tal vez no era posible obtener el triunfo. Por supuesto, contribuyó con mucha gente, y nunca hay que dejar de citar que un jovencito nacido en Cuenca… que participó en las batallas con triunfos y derrotas fue Abdón Calderón Garaicoa”, opinó el historiador Juan Cordero.
¿Por qué Cuenca y los vecinos de la ciudad apoyaron tanto a Sucre y sus tropas?
Para Cordero, Cuenca quería obtener la libertad que había sido ya declarada el 3 de noviembre de 1820, y que, sin embargo, no había sido del todo posible porque la región sufriría en 1821 la explotación del gobernador español Francisco González, quien había vencido a los cuencanos en la batalla de Verdeloma el 20 de diciembre de 1820.
“Toda la sociedad cuencana, a pesar de haber sido explotada por los españoles durante el año 1821, que fue un año crítico, durísimo para Cuenca, siguió apoyando a través del clero, a través de algunas personas con alguna capacidad, y a través del cabildo”, agregó Cordero.
Tras permanecer cincuenta días en Cuenca, el ejército de Sucre partió hacia Quito, no sin antes, según Ana Luz Borrero, registrarse algunas batallas en El Salto, Totorillas, Tapi, Huachi, y las escaramuzas de Conocoto.
Finalmente, el 24 de mayo, en las faldas del volcán Pichincha se enfrentaría los ejércitos de los realistas y de Sucre. El resto es ya una historia que hoy se volverá a contar luego de 200 años del suceso. (I)