Después de nueve fechas sin conseguir puntos y a tan solo cinco fechas para que termine la fase de grupos de la Superliga Femenina, Kléber Bravo se despidió de la dirección técnica de Deportivo Cuenca.
«El fútbol es un deporte de sacrificios, motivación y dedicación. No es fácil alcanzar el éxito si no se trabaja con compromiso. Cabe mencionar una frase de Pele: El éxito no es un accidente. Es trabajo duro, perseverancia, aprendizaje, sacrificio y, sobre todo, amor por lo que estás haciendo o aprendiendo a hacer», dijo el DT cuencano.
Bravo aseguró ser el responsable del proyecto que acogió el Club, «de jugarme por gente cuencana, de jugarme por juveniles y por dejar un equipo que promedia 21.5 años de edad. Me voy feliz de ver mucha gente debutar en Superliga Femenina y sé que van a dar resultados muy temprano».
Bravo pidió disculpas a la afición e hinchada «por no poder dar resultados en los partidos. Muchas cosas nos han pasado y nos han jugado en contra, pero sepan que todos los días estas niñas se rompen por mejorar y aman la camiseta que visten. Este proceso es a largo plazo, pero ahora tienen un equipo de ustedes que pronto darán frutos deportivos y económicos al Club».
Tras agradecer a los directivos por la oportunidad brindada, Bravo anticipó que «desde este sábado estaré desde las tribunas aplaudiendo cada jugada, festejando cada gol y reclamando cada injusticia».
Deportivo Cuenca ocupa el último lugar del Grupo 2 y de la tabla acumulada con 0 -20. Perdió los nueve partidos, marcó ocho goles y le marcaron 28. Este sábado cuatro de junio desde las 10:00 tendrá la visita de ESPUCE, tercero del grupo con 14 unidades.
El Club informó que Jhonny Ochoa y Paulina Pino estarán a cargo del plantel.